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Egregio Padre Bellon
Le escribo para pedirle luces acerca de unas ideas que tiene una conocida, quien afirma lo siguiente:
1) es partidaria del aborto
2) está a favor de las uniones homosexuales
3) que la iglesia (cito textualmente) tendría que dejar de ser tan anticuada respecto de estos temas y declararlos normales o bien no considerarlos pecado.
Le pido si esta conocida puede considerarse hereje (como también especificar si heterodoxia y herejía son sinónimos) y si sosteniendo estas ideas puede considerarse excomulgada.
Entre otras cosas quiero pedirle si un cristiano católico puede examinar las sagradas escrituras, también con el aporte de los evangelios apócrifos, etc., pues en mi discusión con ella me citó un texto en arameo en el que la Virgen María no había sido definida virgen, sino solamente jovencita, pero luego no sabría decir a donde quería llegar con esto (¿tal vez no crea en su virginidad? No lo sé), además me huele mucho a protestantismo, pienso que si estás dentro de la Iglesia tienes que seguir el magisterio, la tradición de los Padres de la Iglesia y de los concilios.
Sinceramente, vuestro
Nicolò Tobia.
Respuesta del sacerdote
Querido Nicolò Tobia,
1. hace falta distinguir lo que es el Magisterio definitorio y lo que es el Magisterio definitivo.
2. El Magisterio definitorio es infalible y decreta verdades de fe, es decir dogmas. Quien rechaza el dogma es hereje, y por tanto queda excomulgado.
El magisterio definitorio se expresa solo mediante un Concilio ecumenico o bien por el Papa cuando habla ex cathedra.
3. El Magisterio definitivo lo expresa el Papa cuando declara su autoridad al definir las enseñanzas de la Iglesia.
Esto emerge en el modo de expresarse y por la constante afirmación de la misma doctrina.También puede ser fruto del Magisterio colegial, es decir del Papa con los obispos de todo el mundo.
El Magisterio definitivo, como bien recuerda la Lumen gentium del Concilio Vaticano II número 25, es igualmente infalible.
Sin embargo esta enseñanza no se imparte como dogma de fe o de moral para no poner a los fieles ante el taxativo aut aut, o dentro o fuera.
La Iglesia, que es madre, desea la salvación de todos sus hijos y espera con paciencia a aquellos que demoran en aceptar el Magisterio en algunos puntos.
Es por eso que quien no adhiere a esta enseñanza se equivoca y comete pecado.
Pero no es hereje y por consiguiente no queda excomulgado.
4. El magisterio acerca del aborto y de la eutanasia es Magisterio definitivo de la Iglesia, tal como lo expresó Juan Pablo II en la encíclica Evangelium vitae.
Igualmente es Magisterio definitivo el de la anticoncepción y la sodomía.
Por lo tanto, aun cuando tu conocida esté equivocada, no es hereje.
5. Son heterodoxos aquellos que se apartan de la doctrina de la Iglesia.
Pero por el hecho que la doctrina de la Iglesia se exprese de forma definitiva y definitoria, son herejes solamente los heterodoxos en la doctrina definitoria.
Los heterodoxos en la doctrina definitiva, por más errados que anden, como es el caso de tu conocida, no son herejes.
6. Las Sagradas Escrituras hay que interpretarlas según la Tradición definida por el Magisterio de la Iglesia.
Esto es así, porque es la Tradición determinada por el Magisterio de la Iglesia la que nos ha entregado las Sagradas Escrituras.
7. Los criterios según los que hay que comprender la Tradición, y por consiguiente las Escrituras, son tres, y son los que determinaron los Santos Padres: quod ubique, quod a semper, quod ab omnibus creditum est: lo que en todos lados, siempre, por todos ha sido creído.
8. La palabra almah de la que habla el capítulo 7,14 de Isaías, desde siempre, en todos lados ha sido creído que estaba referida a una virgen.
Cuando la Sagrada Escritura fue traducida por los Hebreos en griego (es la así llamada versión de los LXX, Setenta) almah se tradujo como parthenos, es decir virgen.
La versión de los LXX, que se hizo entre el 250 y el 100 a.C., se consideraba inspirada por los mismos hebreos y por lo tanto tenía un valor altísimo.
9. Como tuve oportunidad de decir en respuestas anteriores, almah quiere decir joven mujer, chica joven. Significa también virgen.
Los LXX optaron por virgen. ¿Por qué? Porque el significado común que por parte de todos se venía dando a esa profecía se refería precisamente a una virgen.
Por otro lado, ¿qué novedad era la de indicar que una mujer estuviera por alumbrar? ¡Cuántas otras hacían lo mismo!
Los LXX, por lo tanto, permanecieron fieles a la Tradición.
Oportunamente la Biblia de Jerusalén escribe: “El texto de los LXX es un testigo precioso de la interpretación judía antigua”.
Te agradezco por las preguntas, te bendigo, te deseo todo bien y te recuerdo en la oración.
Padre Angelo