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Buenas tardes Padre Angelo,
Me equivoco al pensar que la orden de los dominicos es una orden especialmente ligada a la tradición o a estas alturas sólo quedan unos pocos de estos sacerdotes? (Partiendo del hecho que deberían ser todos). Supe incluso que en … donde yo vivo, los dominicos están presentes y enseñan en varias universidades, son todos teólogos muy preparados y obviamente coherentes con las enseñanzas de la doctrina (pienso… ?).
Quisiera saber si ustedes, como orden, tienen reglas establecidas para la predicación, visto que tienen como carisma la custodia de la fe, además de las reglas propias de cada sacerdote.
Le agradezco de antemano.
Le deseo un buen domingo y oro como siempre por ustedes.
Paolo.
Respuesta del sacerdote
Querido Pablo,
1. Teniendo a Santo Tomás de Aquino como maestro, los dominicos han recibido una sólida formación teológica. Es cierto que la solidez en la doctrina es una de las características de esta orden, aunque como en todo coro siempre hay uno que desafina.
Pero en conjunto esta orden conserva su firmeza en la doctrina y la iglesia sabe a dónde dirigirse cuando quiere encontrar doctrina segura
2. No quisiera ir más allá diciendo que se trata de una gracia de estado, sin embargo es el carisma del orden desde el inicio. Lo recordaba el papa Honorio III escribiendo a Santo Domingo y a sus compañeros, cuya característica era la de “ocuparse completamente de anunciar la palabra de Dios, enseñar la regla de la fe, destruir la herejía, y combatir los vicios, anunciar a los paganos el nombre del Señor Jesús y partir con los fieles el pan de la palabra”.
Lo reconoció también Dante en la divina comedia poniendo en boca de Santo Tomás estas palabras “Yo fui uno de los corderos del santo rebaño que condujo Domingo por el camino en que el alma se fortifica si no se extravía, Éste, que está el más próximo a mi derecha, fue mi maestro y mi hermano; es Alberto de Colonia, y yo Tomás de Aquino” (Paraíso, canto X, 96.99)
3. Para ratificarlo, está lo que el Padre Eterno reveló a Santa Catalina de Siena diciéndole: “Por su don extraordinario, a Santo Domingo y sus compañeros frailes se les ha concedido penetrar la verdad de la palabra y jamás alejarse de ella” (Raimondo da Capua, Legenda major, n. 205).
4. Preguntas si te equivocas al pensar que la orden de los dominicos está especialmente ligada a la tradición pero más que a la tradición que para algunos podría significar tradicionalismo, yo diría que la orden está unida a la verdad. Entre los diferentes lemas de la congregación de Santo Domingo, junto al de “contemplari et contemplata alias tradire” (contemplar, es decir, unirse a Dios, y comunicar lo que se está viviendo) y “laudare, benedicere et praedicare” (alabar, bendecir y predicar) está también Veritas.
El primer lema es una inferencia de Santo Tomás de Aquino. El segundo indica la diferencia entre los monjes y los dominicos, los primeros tienen la tarea de alabar y bendecir al Señor, los dominicos además de alabar y bendecir tienen como misión específica predicar, anunciar,comunicar, a los demás lo que Dios ha puesto en sus corazones. El lema Veritas, evoca la pureza de la doctrina, el esplendor de la verdad, es un esplendor que fascina y conquista. Es una pureza que no va sola, sino siempre en compañía de sentimientos puros y una vida íntegra.
5. Me dices que en tu ciudad hay varios dominicos que enseñan en diferentes universidades, que están bien preparados y son coherentes con las enseñanzas de la iglesia. Sí, es verdad. Pero también es cierto que no todos los dominicos enseñan en la universidad, claramente la enseñanza en la academia es una forma particular de predicación pero hay muchas otras, sobre todo aquellas relacionadas a la celebración de los sacramentos, en especial la eucaristía y la confesión sacramental. Bajo este aspecto nuestras comunidades casi siempre son heterogéneas porque los frailes se dedican a diferentes ministerios, a cualquier forma de predicación.
6. Preguntaste también si nosotros los dominicos tenemos reglas específicas para la preparación de las predicaciones. La respuesta es no, no hay reglas o técnicas particulares. En cambio, tenemos la experiencia de vivir en comunión con Dios y la preparación doctrinal, esto influye más que cualquier otra cosa al punto de formar el contenido y el fin de nuestros sermones.
Te agradezco mucho por las oraciones que haces por nosotros, el Señor te recompensará. De mi parte te bendigo, te deseo lo mejor.
Padre Angelo