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Querido Padre Angelo,

Soy Antonio y vuelvo a pedir disculpas por las molestias causadas por mi correo electrónico.

Hoy me enteré de una oración de San Miguel Arcángel en Internet. La oración “saluda” a los coros angelicales.

Le pido su opinión y su conocimiento sobre las promesas relacionadas con esta oración. En algunos sitios de internet he encontrado que si se realiza esta oración todos los días, San Miguel promete liberar el alma del Purgatorio prácticamente en el momento de la muerte.

Al contrario, en otros sitios de internet encontré que el Arcángel nos asistiría después de la muerte en el purgatorio.

Me gustaría saber cuál de las dos promesas es la verdadera.

Aprovecho el mencionado Purgatorio para preguntar una segunda cosa.

He visto que en Su columna usted (citando unos santos) y sus conocimientos teológicos dice que en el Purgatorio las almas sufren y gozan al mismo tiempo, siempre en Internet he encontrado una afirmación de San Bernardino que sin medias tintas y giros argumenta que aunque en el Purgatorio las almas sufren mucho (estas almas) están mejor que cualquier persona en la tierra. ¡Ahora me pregunto (no soy inteligente) cómo el purgatorio (que en todo caso es una gracia) puede ser considerado un lugar tan hermoso!

Gracias de antemano por su respuesta. Perdona si le molesto pero mi ignorancia en alguno puntos, me doy cuenta que es realmente grande.

Doy gracias a Dios que dio la posibilidad de conocerle y deseo que Dios tenga paciencia con usted como lo ha hecho conmigo.

Pido una respuesta privada y me disculpo por la forma en que escribí este correo electrónico.

Saludos

Antonio


Querido Antonio,

1. Las oraciones a los coros angelicales son ciertamente hermosas.

Pero cuando lees que las oraciones permiten la liberación de un alma del Purgatorio, sin embargo -aunque te exhorte a seguir con esas oraciones- debo añadir que la Iglesia nunca ha aprobado este tipo de automatismos.

Nuestra oración es eficaz en la medida de nuestra caridad y nuestra devoción y no en base a la recitación material de tal o cual oración.

2. Con esto, como ya he dicho, te animo a seguir rezando los coros angelicales. Pero hazlo siempre con la mayor caridad perdonando, es más, olvidando las ofensas recibidas y rezando por tus enemigos. Si las oraciones se hacen con tal caridad pueden tener la eficacia de liberarte inmediatamente del Purgatorio.

3. La misma respuesta se aplica también a los que recitan oraciones por las que se promete la liberación de un número concreto.

Nuestra intención debe ser rezar con el alma más reconciliada posible hacia todos. El numero de las almas a liberar, en cambio, debemos dejarlo al Señor, casi contentos de no saber el número exacto de cuántas hemos liberado porque así no perdemos el mérito autocomplaciente.

4. En cuanto a la segunda pregunta que me hiciste, ambas frases son ciertas.

Porque, según la antigua liturgia de la Misa por los difuntos, la tarea de San Miguel es también la de guardar las almas del Purgatorio de las vejaciones del diablo.

Estas vejaciones estarían permitidas como motivo de purificación. Y también es tarea de San Miguel transportar las almas del Purgatorio a Dios. Así se expresa también la liturgia actual en la fiesta de San Miguel.

5. Sobre la cuestión del Purgatorio se puede aceptar el juicio de San Bernardino de Siena.

Ciertamente ellos están más felices porque están seguros de estar con el Señor para siempre, mientras que nosotros no tenemos esta certeza.

Además, la purificación que experimentan, aunque implique sufrimiento (también es expiación,  ¡no hay que olvidarlo!) es, sin embargo, la purificación del amor y son muy felices de amar  a Dios y a todos los que están llamados a vivir con Dios con un amor cada vez más puro, más bello y más alegre.

6. Por lo tanto, sigue siendo siempre cierto lo que dijo Santa Catalina de Génova, es decir, que las almas del Purgatorio, por una parte, sufren con mayor sufrimiento del que se puede experimentar en la tierra.

Y al mismo tiempo disfrutan de una alegría cada vez mayor que todas las alegrías que se pueden disfrutar aquí abajo.

Con la exhortación de ayudar estas almas con oraciones y con sufragios de todo tipo, te deseo lo mejor, te recuerdo al Señor y te bendigo.

Padre Angelo


Traducido por Letizia De Carlonis