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Hola,
buscando por Internet información acerca de la voluntad de Dios (pues había pedido algo en la oración) encontré un sitio en el que se decía que la voluntad de Dios es inflexible y por lo tanto como decía un santo, no es conveniente rezarle.
Explicaba que más bien deberíamos pedir el poder recibir aquello que él nos ha ofrecido, porque de todos modos su voluntad será siempre la misma.
Es verdaderamente así?
Luego, por qué en el evangelio de Mateo, Jesús nos habla mucho del hecho de que debemos confiar que lo que pedimos ya nos ha sido concedido?
Se pueden pedir cosas que deseamos?
O bien podemos considerar que la voluntad de Dios a veces sea la de realizar algunos pedidos nuestros?
Le agradezco y le deseo que tenga un buen día.
Matteo

Respuesta del sacerdote

Querido Matteo,
1. sí, la voluntad de Dios es inmutable.
En la sagrada Escritura leemos: “Todo lo que es bueno y perfecto es un don de lo alto y desciende del Padre de los astros luminosos, en quien no hay cambio ni sombra de declinación” (St 1, 17).

2. La voluntad de Dios es inmutable porque Dios no está en el tiempo, en el que existe un antes y un después, sino que está en la eternidad, en la que existe un presente que nunca se convierte en pasado. Es la plenitud de la vida.
Si pensáramos que Dios puede cambiar su voluntad, tendríamos que concluir que en Dios no existe la perfección absoluta.

3. Sin embargo, es un error concluir que es inútil rezar. Porque Dios en su voluntad puede haber determinado darnos ciertos bienes sólo mediante la oración, en otras palabras, solamente si nosotros creamos las condiciones posibles para recibirlos mediante la oración y la conversión de nuestra vida.

4. Por lo tanto no solo es justo, sino también un deber pedir mediante la oración lo que deseamos y queremos.
Por otro lado sabemos que Dios, antes de donarnos un bien, nos lo hace desear. Y para que podamos conseguirlo nos estimula a través del compromiso de nuestra voluntad y con la oración.
La oración, de hecho, hace que Jesucristo se haga presente y operante.
Si lo que pedimos es verdaderamente un bien útil para nuestra santificación, seguramente nos será concedido.

5. Con respecto a la afirmación de Jesús, que mencionas: “Por eso les digo: Cuando pidan algo en la oración, crean que ya lo tienen y lo conseguirán” (Mc, 11, 24): si es útil para nuestra salvación y si hacemos lo que Jesús dijo inmediatamente después: «Y cuando ustedes se pongan de pie para orar, si tienen algo en contra de alguien, perdónenlo, y el Padre que está en el cielo les perdonará también sus faltas» (Mc 11,25) tenemos que confiar que esa gracia ya nos ha sido concedida.
El Señor quiere que oremos con el espíritu reconciliado con todos. No podemos esperar obtener algo del Señor si a nuestra vez no queremos dar nuestro perdón.
Si no queremos perdonar, no existen las premisas para la santificación y para poder recibir esa gracia. Es como si quisiéramos poner comida en la boca y al mismo tiempo tenerla cerrada.

Mientras te deseo por parte de Dios toda suerte de bien, comenzando por el de la santificación, te bendigo y te llevo en la oración.
Padre Angelo