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Hola Padre,
quisiera saber si el «gesto de sacar los cuernos» es anticatólico.
Soy napolitano, y este gesto está muy radicado en la cultura del sur por varias razones. A veces se hace bromeando, o bien para ahuyentar a la mala suerte, etc..
Yo mismo lo hago a menudo, a veces sin darme cuenta, y cuando era más chico, cuando me asaltaban pensamientos feos, lo hacía hacia abajo como para echar al maligno y a esos pensamientos.
Desde ya le agradezco y deseo que tenga un bonito día.


Respuesta del sacerdote

Muy querido,
1. como tú mismo dijiste, este gesto algunas veces se hace bromeando y otras como acto supersticioso.
No le daría peso alguno cuando se hace en broma: por lo general lo que se busca es provocar la hilaridad en el grupo.

2. Otra cosa es cuando se cae en la superstición, es decir cuando se hace con la intención de alejar influencias o disturbios negativos.
En ese caso se atribuye a este gesto una fuerza oculta.
Por supuesto que el gesto en sí no tiene ningún poder oculto, pero sin pensarlo, podría darse la posibilidad de que se abriera la puerta a las fuerzas ocultas.
Claramente estas fuerzas ocultas no provienen de Dios.

3. No quisiera dramatizar un gesto que en fin de cuentas se cumple muy superficialmente y muy a menudo es fruto de una costumbre, de una mentalidad, de una manera instintiva de reaccionar.
Pero si se cumple a sabiendas se lo incluye entre los pecados de superstición, que en este caso consiste en hacer depender la dinámica de los eventos a las fuerzas ocultas, a las que tácitamente se les abre la puerta.

4. Un cristiano posee otros medios para alejar eventuales influencias o disturbios negativos. El primero consiste en vivir en gracia de Dios, es decir gozar de la presencia personal de Jesús en nuestro corazón.
En la Sagrada Escritura la gracia de Dios es representada como un escudo, una coraza, un cerco que tiene una potencia infinitamente mayor que la de un mal eventualmente invocado por una determinada persona.
De hecho se trata de una potencia de orden sobrenatural, divino.
En cambio las fuerzas ocultas a las que se puede invocar, no son nunca de orden sobrenatural.
A lo sumo son de orden preternatural, es decir van más allá del poder de la naturaleza humana puesto que son propias de criaturas superiores a los hombres.
Se trata del poder de los ángeles, buenos o malos (demonios).
Su poder es llamado preternatural.
El sobrenatural que es infinitamente superior al preternatural, pertenece exclusivamente a Dios. Y pertenece, por su bondad, también a las almas en estado de gracia.

5. Además de la gracia de Dios, que normalmente se concede a través de los sacramentos, tenemos además muchos medios religiosos que neutralizan disturbios y eventuales influjos negativos.
Se trata de los  objetos bendecidos, tales como el crucifijo, el Rosario, las medallas.
Para no colocar esta realidad al mismo nivel que las prácticas supersticiosas y convertirlas en otra versión de lo mismo, hay que tener presente que no es el objeto en sí mismo que tiene este poder, sino el sujeto que representa: Jesucristo, la Santa Virgen María, los ángeles, los diferentes santos representados en las medallas.
Llevar consigo mismos estos objetos bendecidos es como hacer una tácita invocación para protegerse del mal.

6. Me agrada recordar una de las tres gracias mencionadas en el ritual Romamo a quien lleva el Rosario bendecido por un sacerdote dominico y que pertenece a la cofradía del Santísimo Rosario: “ser siempre defendidos y dondequiera de los enemigos visibles e invisibles”
Como se ve, llevar el Rosario bendito, tiene un poder que las fuerzas del mal no pueden resistir. Es más, se alejan como las tinieblas ante la luz.

7. Las otras dos gracias son las de experimentar una atracción o devoción siempre mayores hacia Dios y merecer ser acompañados ante el tribunal de Cristo al final de nuestros días por la Santísima Virgen María que en ese momento será nuestra abogada.

Sigue adelante con confianza, siempre habitado por Jesucristo con la gracia santificante y con la compañía de todos los moradores del cielo.
Te deseo todo bien, te bendigo y recuerdo en la oración.
Padre Angelo

13 de Febrero de 2023 | Un sacerdote responde – Teología moral – Moral religiosa