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Querido Padre Angelo,
quisiera saber algo, sabemos que los pecados contra el Espíritu Santo son  seis: desesperar de la salvación, presumir salvarse sin merecerlo, impugnar la verdad conocida, envidia de la gracia ajena, obstinación en el pecado, impenitencia final.
Dos, son mis preguntas:
1) Por qué la lista de estos pecados no está escrita en el Catecismo de la Iglesia Católica?
2) Aunque no estén escritos en el Catecismo de la Iglesia católica, podemos decir que estos seis pecados contra el Espíritu Santo son de todos modos verdades infalibles porque han sido escritas por la santa madre Iglesia Católica?


Respuesta del sacerdote

Muy querido,
1. los seis pecados contra el Espíritu Santo no están numerados en el Catecismo de la Iglesia Católica, en el que sin embargo, se habla del pecado contra el Espíritu Santo (cfr. CCC 1864).

2. Tampoco están numerados en el Catecismo Romano del Concilio de Trento. En los pecados contra el segundo mandamiento del decálogo, que prohíbe invocar en vano el nombre de Dios, este Catecismo menciona jurar en falso (perjurar), pervertir la palabra de Dios en la Sagrada Escritura acomodándola para sostener herejías. En fin menciona quienes «con labios impuros sin vergüenza blasfeman y maldicen el Santo nombre de Dios» (n. 312).
Pero a diferencia del Catecismo de la Iglesia Católica, no menciona la palabra pecado o blasfemia contra el Espíritu Santo.
No obstante, al tratar el sacramento de la penitencia o confesión, hace claramente referencia al mismo con estas palabras: “Así cuando en las escrituras o en los Santos Padres ocurren sentencias, que al parecer afirman no poderse perdonar algunos pecados, se deben explicar de modo que entendamos que es muy dificultoso alcanzar el perdón. Porque así como una enfermedad se dice incurable, si está el enfermo en tal disposición que no quiere tomar la medicina con la cual recobraría la salud, así también hay cierta clase de pecados que ni se remite ni se perdona, porque se desecha la gracia de Dios, único remedio para alcanzar la salud”(Catecismo Romano, II, c. 5, 19).

3. El curador de la edición italiana, el genovés Mons. Luigi Andrianopoli, escribe: “Tan solo un pecado Cristo excluye del perdón, el pecado contra el Espíritu Santo. Es el pecado de los judíos, adversarios de Cristo.
Atribuir a Satanás las obras que el Salvador cumple evidentemente en virtud de los poderes divinos -los judíos efectivamente reconocen que Jesús expulsa a los demonios- equivale a negarse a entender y creer, tener ojos y no querer ver.
Dios está listo para acoger al pecador arrepentido, pero los fariseos no quieren arrepentirse y por lo tanto están en la condición de no poder ser perdonados.
El pecado contra el Espíritu Santo  consiste por eso en el hecho, que si bien el hombre, reconoce la misión de Jesús, sin embargo a causa de su obstinación se rebela y pertinazmente la rechaza.
Mientras permanezca en esta actitud, su pecado es imperdonable”.

4. Tampoco el catecismo de Pío X habla de los pecados contra el Espíritu Santo. Sin embargo los enumera entre las fórmulas y las oraciones. Se trata de la lista que transcribiste. 

5. El mismo Santo Tomás, al hablar de los pecados contra el Espíritu Santo, presenta tres interpretaciones dadas por los teólogos, todas ellas aceptables.
Al final,él mismo presenta las seis conocidas tradicionalmente.
Así y todo su formulación no es un dogma de fe, sino una conclusión teológica sobre la que ha habido una natural convergencia.

6. El Catecismo de la Iglesia Católica parece reducirlos a uno solo: es decir permanecer con el corazón endurecido, lo que conocemos como impenitencia final.
He aquí las palabras textuales: “Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres pero la blasfemia contra el Espíritu Santo no será perdonada”(Mt 12, 31). No hay límites a la misericordia de Dios, pero quien se niega deliberadamente a acoger la misericordia de Dios mediante el arrepentimiento rechaza el perdón de sus pecados y la salvación ofrecida por el Espíritu Santo. Semejante endurecimiento puede conducir a la condenación final y a la perdición eterna”(CIC 1864). 

7. Concluyendo podemos decir que es verdad infalible la existencia del pecado contra el Espíritu Santo, porque el Evangelio lo menciona explícitamente.
No podemos en cambio afirmar que la diferenciación de los pecados contra el Espíritu Santo en número de seis sea una verdad de fe.
Es simplemente una enumeración, o conclusión teológica.

Te bendigo, te recuerdo en la oración y te deseo todo bien.
Padre Angelo