Questo articolo è disponibile anche in:
Italiano
Inglés
Español
Portugués
Hola, Padre Angelo,
Quería preguntarte concretamente cómo interpretar las palabras de Jesús «si no sabéis haceros como niños, en la novedad del corazón y de la vida, no entraréis en el reino de los cielos».
Pregunto porque a menudo me dicen que soy mentalmente cerrado (por ser cristiano católico creyente y practicante) porque digo que no puedo aceptar argumentos contrarios a los cristianos en cuestiones de bioética y moralidad sexual.
Yo creo que un católico debe seguir lo que dice la Iglesia, maestra y madre, y si, se desvía de ella, no es bueno, porque toda la creencia de esa persona vacilaría.
¿Qué opinas? ¿Cómo, entonces, podría aplicar esas palabras de Jesús?
Respuesta del Sacerdote
Querido amigo,
1. La afirmación de nuestro Señor se encuentra en Mateo 18,3: «Les aseguro que si ustedes no cambian o no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos.».
2. Sí, también puedes aplicar la enseñanza de Jesús a tu caso.
Santo Tomás dice que hay muchas características de los niños:
1. La primera es la sencillez. El Señor nos exhorta a que nos hagamos niños no por la edad, sino por la sencillez porque los niños generalmente no tienen malicia.
San Pablo dice: «No sean como niños para juzgar; séanlo para la malicia (porque no la tienen, nota del editor), pero juzguen como personas maduras.» (1 Cor 14, 20).
3. Segundo, no tienen deseos de grandeza. No tienen sed de dominio sobre los demás, como dice San Pablo: «No presuman de sabios.» (Rm 12, 16).
4. En tercer lugar, son inmunes a la lujuria. Jesús dijo: “El que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón.”. Los niños no tienen esta lujuria.
5. Tampoco se acuerdan de la enemistad. Son rápidos para pelear, pero rápidos para reconciliarse y olvidarse de todo.
6. Al instarnos aún más a ser como niños, el Señor nos pide que seamos humildes. Porque nadie entrará en el reino de los cielos si no es humilde.
Según santo Tomás, entrar en el reino de los cielos es también entrar en la doctrina evangélica.
7. La fe también es característica de los niños. Confían en lo que dicen sus padres y también confían en lo que les dicen sobre la fe.
Ahora es necesario tener fe porque “El que no crea, se condenará.” (Mc 16,16).
8. Santo Tomás plantea una objeción y dice: «la perfección está en la caridad».
Sí, es cierto Santo Tomás responde: “Donde mayor será la caridad, mayor será la perfección. Pero hay que decir que la caridad siempre va acompañada de la humildad. Y podéis verlo si consideráis lo que es la humildad.
En efecto, así como en el orgullo hay dos cosas, el afecto desmesurado y la autoestima desmesurada, así en la humildad es al revés, ya que uno no se preocupa por la propia excelencia y tampoco se considera digno.
Esto se sigue necesariamente de la caridad. (…). Así, cuanta más caridad tiene el hombre, más humildad» (Comentario al Evangelio de Mateo, 18, 3, editado por el traductor).
9. Como se ve, todas estas características son propias de quien tiene fe.
Con el deseo de que seas conforme al deseo de Jesucristo, te aseguro mis oraciones y te bendigo.Padre Angelo