Questo articolo è disponibile anche in: Italiano Inglés Español

Buenos días,
echando un vistazo por internet encontré este sitio, y me atrevo a aprovechar de él, por lo cual desde ya le agradezco.
Mi pregunta tal vez trivial, tal vez obvia es la siguiente:
Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron un Consejo y dijeron: «¿Qué hacemos? Porque este hombre realiza muchos signos. Si lo dejamos seguir así, todos creerán en él, y los romanos vendrán y destruirán nuestro Lugar santo y nuestra nación». Uno de ellos, llamado Caifás, que era Sumo Sacerdote ese año, les dijo: «Ustedes no comprenden nada. ¿No les parece preferible que un solo hombre muera por el pueblo y no que perezca la nación entera?». Comparándolo con Lc 3 (que se leyó ayer domingo 5-12-2021 según el rito romano): “El año decimoquinto del reinado del emperador Tiberio, cuando Poncio Pilato gobernaba la Judea, siendo Herodes tetrarca de Galilea, su hermano Felipe tetrarca de Iturea y Traconítide, y Lisanias tetrarca de Abilene, bajo el pontificado de Anás y Caifás, Dios dirigió su palabra a Juan, hijo de Zacarías, que estaba en el desierto”.
Pregunta: ¿por qué en Juan se especifica en ese año, cuando el cargo sacerdotal era de por vida, salvo que por fuerza mayor fuera impedido?
Le agradezco por la molestia y aguardo su respuesta.
Claudio


Respuesta del sacerdote

Querido Claudio,
1. sí, al principio el sacerdocio era de por vida.
Pero el rey sirio Antíoco IV Epífanes (175-164 a.C.) comenzó a destituir a los sumos sacerdotes, que quedaban en el cargo a discreción del poder civil.

2. El historiador Flavio Josefo en Antigüedades judías dice que el emperador romano nombraba al sumo sacerdote del templo de Jerusalén, cuyo cargo duraba un año y que a veces mediante el dinero compraba el cargo.

3. Quienes terminaban su turno seguían siendo llamados sumos sacerdotes y conservaban sus insignias.
Por eso San Lucas hablando del nacimiento de Jesús dice que por esos tiempos eran sumos sacerdotes Anás y Caifás (Lc, 3, 2).
Anás había mantenido el cargo durante siete años. Caifás, su yerno, lo fue durante 18 años, desde el año 18 al 36 d.C.

4. El Evangelio de Juan que has citado, dice que ese año Caifás era el sumo sacerdote.
No solamente lo fue ese año. Pero esto nos da a entender que el cargo tenía un año de duración.
Cuando se renovaba, en general se hacía mediante dinero, tal como lo recuerda Flavio Josefo.

5. El mismo historiador comenta que los sumos sacerdotes tenían el monopolio de las ventas del templo.
Todos los hebreos varones, cada año tenían que ir al templo y presentar su ofrenda.
Aquellos provenientes de Palestina llevaban consigo el animal para ofrecer.
Pero muchísimos otros, que venían de la diáspora, y por ende desde muy lejos, compraban los animales en el lugar. Algunos, dice el padre Lagrange, ofrecían muchos para pedirle a Dios que concediera larga vida al emperador.
Los pobres podían ofrecer un par de tórtolas o pichones de paloma.
Según Flavio Josefo los vendían a peso de oro.

6. No nos sorprende pues cuando Nuestro Señor echó a los vendedores del templo, manifestando entonces un poder divino por lo que nadie se animó a oponérsele, ni entre los hombres, ni entre los animales,o se le hubiera pedido con cuál autoridad actuase de esa manera. Él habló diciendo: «Está escrito: Mi casa será una casa de oración, pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones» (Lc 19,46).

7. Santo Tomás conocía todo esto tan es así que comentando el pasaje de Juan 11, 46 escribe: “Al respecto hay que notar que el Señor, como figura en Levítico (cap 8), había instituido un único sumo sacerdote, a su muerte seguiría un sucesor, el cual habría ejercido el cargo de pontífice por toda su vida. Pero después, creciendo la ambición y los pleitos entre los judios, se estableció que  hubieran más sumos sacerdotes, que ejercieran por turnos este encargo, uno cada año. De este modo, a veces hasta conseguían este encargo pagando sumas de dinero, tal como narra Flavio Josefo. Y para señalar este hecho, el evangelista especifica que él era sumo sacerdote “ese año»».

Te bendigo, te deseo todo bien y te recuerdo en la oración.
Padre Angelo