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Querido Padre Angelo,
tengo la gran tentación de recurrir a un donador de esperma para procrear.  Sé que no es lícito, pero veo a tantas mujeres solas con hijos, que son  felices, así como parejas que conviven, también con hijos que viven felices y son también buenas personas, y tal vez hasta mejores que yo.
Quisiera tener el coraje de hacerlo yo también.


Respuesta del sacerdote

Muy querida,
1. lo sabes muy bien que no es oro todo lo que reluce.

2. Para una mujer es una desventura tener un hijo sin esposo.
El nido propio de la maternidad es la familia, en cuyo interior la sensibilidad y la intuición de una madre se integran con las del padre.

3. Pero la peor suerte le tocaría al niño, que quedaría de este modo sin padre, sin abuelos paternos, sin parientes por parte de padre, y también sin herencia paterna.
No puedes imaginar el sufrimiento de un chico que se encuentra sin raíces.
Un niño necesita para su crecimiento poder estar también con sus abuelos, con los tíos, con los primos, con los parientes.
Paciencia si de esto se ven privados a causa de algún infortunio.
Pero es verdaderamente injusto privarlo positivamente de bienes tan grandes.
No es admisible que se le prohíba a un hijo conocer a su padre genético.

4. Además buscar un hijo con el gameto de un donador desconocido es un acto de grave irresponsabilidad porque la mujer de hecho colabora con un hombre otorgándole la posibilidad de poder engendrar, y le exime de su obligación de ser padre en todo sentido.
La ley persigue a todo progenitor que no cumple con sus obligaciones.
Por eso justamente prohíbe la concepción fuera del matrimonio.

5. Por fin hay que tener en cuenta todas las consecuencias de tipo biológico que derivan de una concepción no natural.
La naturaleza siempre se venga cuando no es respetada.
A veces ocurre que ciertas consecuencias se expresan después de un tiempo y luego inciden en las futuras generaciones.

6. No pongo en discusión el hecho de que quien busca hijos fuera del matrimonio pueda ser una persona estupenda, aún más que tú.
Aquí no se trata de juzgar la bondad de una persona, ni tampoco ni nos corresponde a nosotros dar este tipo de juicio.
Sin embargo sí, hay que examinar si esta manera de actuar respeta a la madre que concibe fuera del matrimonio, al donador del gameto y sobre todo al niño que viene al mundo de esta forma.

7. Por lo tanto si quieres tener un  hijo, búscalo siguiendo el camino más natural posible, que es el del matrimonio.
De esta manera protegerás al hijo bajo todos los aspectos y no tendrás que arrepentirte.

Te deseo todo bien, te bendigo y te recuerdo en la oración.
Padre Angelo