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Hola, Padre Ángelo,
Tengo una pregunta para compartir. ¿Las uniones matrimoniales son elegidas por Dios o por los hombres? Jesús fue claro cuando dijo que nadie separe lo que Dios une… ¿entonces el que une es Dios? Dios también conoce nuestro futuro y por lo tanto sabe si una mujer que conozco será mi futura esposa… Creo que Dios es soberano y lo que decide lo cumple… pero ¿realmente se ocupa Dios de todos los hombres de la tierra?
Es una fase delicada de mi vida y necesito sus consejos, algunas palabras sobre las preguntas que he formulado.
Gracias de antemano, un cordial saludo.
Querido,
Para responder adecuadamente a su pregunta, es necesario distinguir entre causas primeras y segundas. La causa primera de todo ser y de toda acción es Dios. Las causas secundarias son los hombres.
2. Ciertamente, al principio del encuentro entre ambos está Dios, Causa Primera, porque nada escapa a su dominio, ni siquiera nuestros encuentros. Sin embargo, Dios no pilota la unión como si los hombres fueran simples marionetas en manos del titiritero, porque deja que los individuos, dotados de libertad e iniciativa personal, se estudien mutuamente, se citen, cultiven la amistad, se elijan.
3. Es probable que el Señor ofrezca a las personas más de una oportunidad para estructurar su matrimonio. Deja que los individuos determinen sus opciones concretas.
4. Pero cuando los dos se determinan en el momento del consentimiento conyugal, Dios interviene entonces para sellar su unión, realizando una unión tan fuerte de sus almas y cuerpos que se funden como en un nuevo ser, el nosotros conyugal. En realidad, cada uno de los cónyuges conserva su propia identidad y una importante autonomía. Pero tras el consentimiento, se establece entre ellos una relación tan fuerte de todo su ser que se pertenecen mutuamente.
5. Ciertamente, se puede decir que el Señor está en el origen del conocimiento y de la simpatía de los dos, y por tanto en el origen de todas las elecciones y de todas las parejas. Pero precisamente porque ofrece a los individuos un abanico de personas con las que unirse, no es erróneo decir que algunas ocupan el primer lugar en la elección ofrecida por el Señor. Por eso, algunos matrimonios son más acordes con la voluntad de Dios.
6. Por supuesto, el Señor también deja a las segundas causas la posibilidad de equivocarse y de concertar un matrimonio que sólo tenga la formalidad del matrimonio, es decir, el exterior, pero no la sustancia. En este caso, Dios no sella nada. Por el contrario, la Iglesia interviene diciendo, tras un serio proceso canónico, que el matrimonio celebrado era nulo.
Te agradezco tu pregunta, te encomiendo al Señor y te bendigo.
Padre Ángelo