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Pregunta
Querido Padre Angelo,
¡Dios lo bendiga!
¿Podría explicarme el pasaje 1 Jn 5, 6-8? Cuando habla que el Espíritu, el agua y la sangre son concordes ¿Se refiere al bautismo?
Quedo a la espera de su amable respuesta.
Cordiales saludos y bendiciones.
Lorenzo
Respuesta del sacerdote
Querido Lorenzo,
1.es oportuno citar aquí el pasaje de san Juan: “¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? Jesucristo vino por el agua y por la sangre; no solamente con el agua, sino con el agua y con la sangre. Y el Espíritu es la verdad.Son tres los que dan testimonio: el Espíritu, el agua y la sangre; y los tres están de acuerdo. Si damos fe al testimonio de los hombres, con mayor razón tenemos que aceptar el testimonio de Dios. Y Dios ha dado testimonio de su Hijo”. (1Jn 5, 5-9)
2. San Juan quiere demostrar con un triple testimonio que Jesucristo es verdaderamente Hijo de Dios.
Afirma antes que nada que Jesús es aquel que ha venido a cumplir su misión con el agua y la sangre.
3. Son dos las principales interpretaciones de estas palabras.
Según algunos el agua hace alusión al Bautismo de Jesús y la sangre a su muerte en la cruz.
San Juan estaría diciendo, que Jesús manifestó a los hombres su identidad divina y su misión al comienzo de su vida pública por medio del agua, es decir a través del Bautismo recibido por el Bautista cuando se escuchó la voz del Padre que decía: “Este es mi Hijo amado” (Mt 3,17 y Jn 1,32-34).
Y la manifestó también al final de su vida cuando derramó su sangre en la cruz y cuando el centurión después de haber visto lo ocurrido fue obligado a exclamar “Verdaderamente este era el Hijo de Dios” ( Mt 27, 54).
4. Aquí -según muchos (Tertuliano, Beda y otros)- habría una alusión a la herejía de Cerinto, quien separaba la humanidad de Cristo de su divinidad y decía que Jesús era sencillamente un hombre.
Según Cerinto durante el Bautismo, al hombre Jesús, se unió la divinidad (Cristo).
En el momento de la pasión, Cristo (la divinidad) habría abandonado a Jesús, de manera que quien murió en la cruz fue simplemente un hombre y no Dios hecho hombre. Pero esto niega la redención universal y de valor infinito cumplida por Cristo. He aquí que san Juan quiere decir que la persona, aquella que se manifestó en el Bautismo con el agua, es la misma que derramó su sangre en la cruz.
5. Otros junto a San Agustín piensan que el Apóstol se refiera al agua y a la sangre que brotaron del costado de Jesús muerto en la cruz (Jn 19, 34).
Aquí el agua no solamente sería la materia del Bautismo sino también símbolo de la gracia (Jn 4, 10 y 7, 38).
La sangre, sin cuya efusión no hay perdón (Heb 9, 22), es el símbolo de la expiación de los pecados.
Jesucristo vino a redimir a los hombres con su sangre y a purificarlos con el Bautismo.
No vino tan solo por medio del agua, sino mediante el agua y la sangre, porque ese Cristo que instituyó el Bautismo es el mismo que murió por nosotros.
O bien: vino por medio del agua y de la sangre que brotaron de su costado para confirmar la realidad de su naturaleza humana.
6. Sin querer quitar valor a la explicación de san Agustín, la primera parece ser la más probable y preferible.
7. El Espíritu Santo, junto al agua y a la sangre, prueba que Jesús es el Mesías Hijo de Dios.
El Espíritu dio testimonio de ello en el Bautismo (Mt 3,16), en el día de la Resurrección (“Reciban el Espíritu Santo” Jn 20, 22) y en el día de Pentecostés (He 2, 33 y sig).
Este testimonio es dado por el Espíritu Santo que es la verdad.
8. Para acabar con las discrepancias en las contiendas, los Hebreos pedían dos o tres testigos. San Juan se adecua a esta regla llevando tres testigos (el Espíritu, el agua y la sangre) que juntos confirman que Jesús es verdaderamente el Mesías, Hijo de Dios.
Con el deseo de que tú puedas gozar siempre de la gracia del Bautismo, de la redención cumplida en la cruz y de la santificación obrada por el Espíritu te recuerdo al Señor y te bendigo.
Padre Angelo