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Buenos días Padre Angelo,
se me están ocurriendo algunas preguntas relacionadas con la fe, por ejemplo:
¿Cómo puede ser que Dios le pida a Abraham que sacrifique a su hijo? Le está pidiendo que cumpla un pecado grave, me parece una paradoja, aunque sea para probar su fe, queda el hecho de que le pide que cometa un pecado grave, ¿cómo puede probar su fe mediante un pecado grave? Ya sé que no había intención de que lo cometiera, pero de todos modos es un sinsentido.
También hay algo más que no comprendo: ¿cómo es posible que en el Evangelio según Mateo, dice que Judas se ahorcó, mientras que Lucas en Los Hechos de los Apóstoles, dice que Judas precipitó y su cuerpo se abrió, dispersándose sus entrañas? (es decir da a entender que se suicidó cayendo desde un punto elevado).
Gracias Padre Angelo, que tenga un buen día. Saludos.


Respuesta del sacerdote

Muy querido,
1. hay que recordar que Abraham procedía de un pueblo de idólatras.
Por entonces en esas regiones estaban previstos los sacrificios humanos.
Es por eso que Abraham no se sorprende de lo que Dios le pide hacer. Y obedece.

2. Este sacrificio fue aceptado por Abraham y también por su hijo Isaac, tal como lo relata la sagrada escritura: “Cuando llegaron al lugar que Dios le había indicado, Abraham erigió un altar, dispuso la leña, ató a su hijo Isaac, y lo puso sobre el altar encima de la leña. Luego extendió su mano y tomó el cuchillo para inmolar a su hijo” (Gn 22, 9-10).
Entonces apareció un Ángel que le dijo a Abraham: «No pongas tu mano sobre el muchacho ni le hagas ningún daño. Ahora sé que temes a Dios, porque no me has negado ni siquiera a tu hijo único» (Gn 22, 12).

3. La Biblia de Jerusalén pone en relación este mandato con la prescripción ritual del rescate de los primogénitos de Israel: éstos, como todas las primicias, pertenecen a Dios; pero no deben ser sacrificados, sino rescatados (Ex 13,11).
El relato implica, pues, la condena, muchas veces pronunciada por los profetas, de los sacrificios y de los niños, tal como puede verse en Levítico 18, 21: “No entregarás a ninguno de tus descendientes para inmolarlo a Moloc, y no profanarás el nombre de tu Dios. Yo soy el Señor”.

4. La Biblia de Jerusalén remarca el ejemplo de fe de Abraham, “que aquí encuentra su punto más álgido. Los Padres vieron en el sacrificio de Isaac la figura de la pasión de Jesús, el hijo único. Los Santos Padres se referían a lo que se lee en la Carta a los Hebreos. “Por la fe, Abraham, cuando fue puesto a prueba, presentó a Isaac como ofrenda: él ofrecía a su hijo único, al heredero de las promesas, a aquel de quien se había anunciado: “De Isaac nacerá la descendencia que llevará tu nombre. Y lo ofreció, porque pensaba que Dios tenía poder, aun para resucitar a los muertos. Por eso recuperó a su hijo, y esto fue como un símbolo” (Hebr 11, 17-19).

5. En efecto todo el relato apunta a resaltar la obediencia de Abraham. Es una obediencia radicada en la fe certísima de que Dios es siempre fiel a sus promesas y que de Isaac igualmente habría proseguido la descendencia, quizás hasta con una resurrección de entre los muertos.
Así piensa Santo Tomás cuando escribe:  “Abraham, aunque muy viejo, creyó en las promesas de Dios de que en Isaac bendeciría a su linaje y de que podría resucitar a los muertos. Así que, cuando se le ordenaba que diera muerte a su hijo, que era ya todo un muchacho, no había más esperanza de tener un hijo en Sara, ya vieja chocha. De modo que al creer que debía obedecer lo que mandaba Dios, no le quedaba otra cosa sino creer que Isaac, por quien nombre su linaje (con el tiempo) llevaría, (por Dios) resucitaría. (…) argumento máximo de fe, por ser uno de los mayores el artículo de la resurrección” (Comentario de la carta a los Hebreos 11, 19) .

Te bendigo, te deseo todo bien y te recuerdo en la oración. 
Padre Angelo