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Hola Padre Angelo,

Quería preguntarle:

Un decreto de la Penitenciaría Apostólica dice: «Se concede una indulgencia parcial a los fieles que, al menos con un corazón contrito, eleven al Señor Jesús Misericordioso una de las invocaciones piadosas legítimamente aprobadas.»

¿Cuáles serían estas invocaciones piadosas legítimamente aprobadas?

Gracias por su respuesta, y una oración mutua.


Querido,
1. Te transcribo lo que encontré en el Manual de Indulgencias publicado por la Librería Vaticana en 1968. Este Manual fue publicado por la Sagrada Penitenciaría Apostólica teniendo en cuenta las innovaciones deseadas por el Papa Pablo VI tras el Concilio Vaticano II con la Constitución Apostólica Indulgentiarum doctrina del 1 de enero de 1967. Sólo transcribo lo que es inherente a la pregunta que me has formulado.

2. Para las invocaciones piadosas hay que tener en cuenta lo siguiente:

1. La invocación, en lo que respecta a la indulgencia, ya no se considera como algo en sí mismo, sino como un complemento de la acción por la que los fieles, al cumplir sus deberes y soportar las adversidades de la vida, elevan sus almas a Dios con humilde confianza. Así, la invocación piadosa complementa la elevación de la mente, y ambas son como una gema, que encaja en las actividades comunes y las adorna, y como la sal, que proporciona el sabor adecuado a las mismas actividades.

2. Se debe dar preferencia a la invocación que mejor se adapte a las distintas circunstancias y estados de ánimo y que, o bien se le ocurra espontáneamente, o bien se elija entre las que se han hecho habituales entre los fieles, de las que a continuación se ofrece una breve lista.

3. La invocación puede ser muy breve, de una o pocas palabras, y puede ser sólo mental.

Estos son algunos ejemplos: Mi Dios – Padre (Rm 8,15; Gal 4,6) – Jesús – Alabado sea Jesucristo (u otro saludo cristiano) – Creo en ti, Señor – Te adoro – Espero en ti – Te amo – Por ti todo – Te agradezco (o Gracias a Dios) – Dios sea bendito (o Bendigamos al Señor) – Venga tu Reino – Hágase tu voluntad – Como a Dios le plazca (Job 1,21 1,21) – Ayúdame, oh Dios – Consuélame – Escúchame (o escucha mi oración) – Sálvame – Ten piedad de mí – Perdóname, oh Señor – No dejes que me separe de ti – No me abandones – Dios te salve, María – Gloria a Dios en el cielo – Tú eres grande, oh Señor (Jdt 15,16; Sal 85,10). 

Lista de algunas invocaciones que han entrado en el uso de los fieles [1]

1.Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos, porque con tu cruz has redimido al mundo (del Misal Rom.)

2.Bendita sea la SS.ma Trinidad (del Misal Rom.).

3.Cristo vence, Cristo reina, Cristo domina.

4.Corazón de Jesús, que arde de amor por nosotros, inflama nuestros corazones de amor por ti.

  1. Corazón de Jesús, en ti confío.
  2. Corazón de Jesús, todo por ti.
  3. Sagrado Corazón de Jesús, ten piedad de nosotros.
  4. Dios mio, mi todo.
  5. Oh Dios, ten compasión de mí que soy pecador (Lc 18,13).

10.Permíteme alabarte, oh santa Virgen; dame fuerza contra tus enemigos (del Breviario Romano).

11.Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios (Sal 142,10).

12.Señor, aumenta nuestra fe (Lc 17,5).

13.Señor, que haya unidad de espíritu en la verdad y unidad de corazón en la caridad.

14.Señor, sálvanos, estamos en peligro (Mt 8,25).

15. ¡Mi Señor y mi Dios! (Jn 20,28).

16.Dulce Corazón de María, sé mi salvación.

17.Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

18.Jesús, Maria, José.

19.Jesús, María, José os doy mi corazón y mi alma.

Jesús, Maria, José ayudadme en mi agonía final.

Jesús, María, José que mi alma muera en paz con vosotros. (del Ritual Romano).

20.Jesús, manso y humilde de corazón, haz que nuestro corazón sea como el tuyo (del Ritual Romano).

21.Alabado y agradecido sea en todo momento el santísimo y divinisimo Sacramento.

22.Quédate con nosotros, oh Señor (cf. Lc 24,29).

23.Madre dolorosa, ruega por mí.

24.Madre mía, mi confianza.

25.Envía, oh Señor, obreros a tu mies (cf. Mt 9,38).

26.Que la Virgen María nos bendiga junto con su Hijo (del Brev. Rom.).

27.Salve, oh Cruz, nuestra única esperanza (del Brev. Rom.).

28.Santos todos de Dios, interceded por nosotros (del Ritual Rom.).

29.Ruega por nosotros, santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo (del Ritual Rom.).

30.Padre, en tus manos encomiendo mi alma (Lc 23,46; cf. Sal 30,6).

31.0 Señor Misericordioso Jesús, dales descanso (del Misal Rom.).

32. Maria, concebido sin pecado, ruega por nosotros (del Ritual Rom.).

33.Santa Madre de Dios, siempre Virgen María, intercede por nosotros (del Ritual Rom.).

34.Santa Maria, ruega por nosotros (del Brev. Rom.).

35.Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente (Mt 16,16).

Te agradezco la oportunidad de presentar esta riqueza de nuestra fe cristiana, 

Te recuerdo al Señor y te bendigo.

Padre Angelo


[1] Otras invocaciones en uso en los distintos idiomas se encuentran en los libros de piedad comunes. Por ejemplo, en los libros en italiano: Gesù mio, misericordia (propuesto por San Leonardo de Porto Maurizio); Vergine Maria, Madre di Gesù, fateci santi (propuesto por San José Benedetto Cottolengo).


Traducido por SusannaF