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Pregunta

Rev. Padre Angelo,
antes que nada quiero agradecerle por haberme respondido las otras veces en que le he escrito. Ahora quisiera pedirle si puede ser que el papa, interiormente convencido de que sigue las indicaciones del Espíritu Santo, en realidad está siguiendo sus propias ideas personales.
¿Teológicamente, es posible que esto pueda suceder?
Además, ¿puede que el papa actúe de mala fe, por lo menos en ciertas ocasiones?
Le agradezco si querrá responderme y le envío saludos cordiales.
Fausto


Respuesta del sacerdote

Querido Fausto,
1. Es posible que un Papa actúe convencido de que está siguiendo las indicaciones del Espíritu Santo mientras que en realidad sigue las propias ideas personales.
Como así también que un papa actúe de mala fe.
Quizás en las dos hipótesis se podrían hallar diferentes casos en la historia de la Iglesia.

2. San Pablo cuenta que tuvo que reprender a San Pedro a causa de su conducta: antes comía con los paganos. Pero cuando llegaron algunos hebreos dejó de hacerlo pues temía escandalizar a los hebreos.
Indudablemente San Pedro actuó de buena fe. Pensó que el Espíritu Santo le sugería que se comportara de ese modo, hasta que San Pablo lo convenció del error que estaba cometiendo.

3. He aquí el texto;  “En efecto, antes de que llegaran algunos enviados de Santiago, él comía con los paganos, pero cuando éstos llegaron, se alejó de ellos y permanecía apartado, por temor a los partidarios de la circuncisión. Los demás judíos lo imitaron, y hasta el mismo Bernabé se dejó arrastrar por su simulación. Cuando yo vi que no procedían rectamente, según la verdad del Evangelio, dije a Cefas delante de todos: «Si tú, que eres judío, vives como los paganos y no como los judíos, ¿por qué obligas a los paganos a que vivan como los judíos?».” (Gal 2,12-14).
Hay que destacar la humildad de San Pedro ante esta corrección pública que San Pablo le hace.

4. Sin embargo tu pregunta insinúa otro interrogante. ¿Cuál es el ámbito específico de la infalibilidad del Papa?
Es cierto que el Papa goza de una particular asistencia por parte del Espíritu Santo, porque recibiendo el mandato cual sucesor de Pedro, recibe también la gracia de estado que le es necesaria para gobernar y para el magisterio.

5. Esto no quiere decir que el Papa  sea infalible en sus elecciones, en su gobierno, en su modo de actuar y de comportarse.
Él también lleva los signos del hombre viejo que todos heredamos después del pecado original.
Es por eso que también él se confiesa con regularidad.

6. A propósito del Magisterio hay que recordar que se distinguen en el mismo, diferentes niveles. El más importante se refiere a las proclamaciones de las verdades de fe, es decir, los dogmas. He aquí lo que dice B.Bartman acerca de la infalibilidad del Magisterio: “Es la prerrogativa  principal del magisterio eclesiástico.
Pertenece a todo el cuerpo docente, pero no a todos sus miembros del mismo modo: el conjunto de los Obispos la posee unido al Papa, pero cada uno de ellos no la tiene por su propia cuenta.
En cambio el Papa, la posee por sí solo, como carisma personal de su función, cuando como doctor supremo de la cristiandad, pronuncia ex cathedra una decisión obligatoria para toda la Iglesia acerca de la doctrina de fe y de la moral.”(Teología dogmática I, 7, 3).

7. Y prosigue:
“La infalibilidad del cuerpo episcopal ha sido siempre fe universal de la Iglesia. La del Papa fue específicamente definida.
A propósito de la infalibilidad del Papa, es oportuno recordar que ella no se refiere a la integridad moral (en su conducta privada, n.d.r,), ni firmeza personal en la fe; además no se refiere sino a los actos de enseñanza ex cathedra y limitados a la materia de fe y costumbre;
no se extiende a toda su enseñanza, menos aun a aquella privada;
por fin no está fundada sobre una inspiración positiva, sino solamente sobre una asistencia negativa, la cual, como sugiere la misma palabra (ad-sistere) presupone la actividad humana del estudio y de la búsqueda de las fuentes de la revelación.
Lo dice claramente el mismo Concilio Vaticano I:Porque el Espíritu Santo no les fue prometido a los sucesores de Pedro, a fin de que ellos propaguen una nueva doctrina revelada, sino que, bajo la asistencia del Divino Espíritu, puedan preservar incólume, y explicar con toda fidelidad la revelación o depósito de la fe, transmitido por los apóstoles”.(DS 3070).(Ib).
Por asistencia negativa se entiende un impedimento a desviarse.

8. Sin embargo el Magisterio del papa en materia de fe y de moral – aun si no posee las reglas de la infalibilidad- ha de ser recibido “con religioso asentimiento de voluntad y entendimiento”. (Profesión de fe y Juramento de fidelidad” 29.6.1998).

Deseándote todo bien, te recuerdo al Señor y te bendigo.
Padre Angelo