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Pregunta
Querido padre,
¿Qué significa cuando Jesús dice: “¿Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me envió”? (Jn 6,44).
Puede parecer que Dios predestina (atrae hacia Él) a alguien y otro no. Y si no es así, ¿cómo se debe interpretar?
Respuesta del sacerdote
Querido:
1. Para adherirse a las realidades sobrenaturales, es necesario un movimiento divino y sobrenatural.
El hombre con su propia fuerza no puede conocerlas ni aprovecharlas.
Este movimiento divino está constituido por la gracia.
2. El hombre puede adherirse a Cristo reconocido como Dios sólo a través de una luz de orden sobrenatural.
Desde un punto de vista puramente humano, el hombre ve cosas extraordinarias en Cristo, cuyo origen no puede decir.
Es solo a través de la luz divina infundida en el hombre (la fe) que conocemos la identidad de Cristo.
Está claro que la luz divina que hace adherirse a Dios nadie la puede tomar solo, precisamente porque es de orden sobrenatural.
Dado que solo se puede recibir, la fe teológica sigue siendo siempre y sólo un don de Dios.
3. Por predestinación entendemos que Dios llama a entrar en una vida de comunión con Él.
No solo eso, sino que santifica y también da los medios para lograr la meta.
Este es el verdadero concepto teológico de la predestinación, que no es lo mismo que el de la predeterminación.
4. La fe (luz divina) Dios la ofrece a todos porque “porque Él quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.” (1 Tim 2, 4).
Sin embargo, para los que se pierden, la predestinación, es decir, el plan de salvación, no se realiza.
Y esto no por la voluntad de Dios, sino por la voluntad del hombre que la rechaza.
Te deseo una Santa Navidad.
Te recuerdo al Señor y te bendigo.
Padre Angelo