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Querido Padre Angelo,
Tengo una pregunta especial que ponerle y se trata del ángel de Portugal aparecido a los tres pastorcitos; o sea exactamente quisiera saber porque el Ángel entregó la Hostia consagrada a Lucía mientras que utilizó sólo el cáliz con la Sangre de Jesús a Jacinta y Francesco. Siempre me pregunté por qué no les dio a los tres niños la misma Eucaristía.
Siempre pensé que la diferencia era que Lucía ya había recibido el Sacramento de la Primera Comunión mientras que sus primos (dada su pequeña edad) todavía no la habían recibido. Se lo pido a Usted que seguramente tiene un conocimiento teológico mucho más profundo para explicarme esa diferencia. Agradecida, una vez más, Le envío mis cordiales saludos.
Alabado sea Jesucristo.


Querida
1. Al comunicarse con la Sangre de Cristo que les ofreció el ángel de Portugal, Francisco y Jacinta recibieron la Eucaristía.
De hecho, como en el Cuerpo del Señor por naturaleza real, su Sangre también está presente, y no sólo, sino también el alma y la divinidad; así, comulgando con la Sangre recibieron – por naturaleza real –el cuerpo de Jesús, Su alma y Su divinidad.

2. Ciertamente cuando Jesús dijo: Este es mi cuerpo, sus palabras terminaron con la presencia de su cuerpo.
Pero su cuerpo no está exento de la presencia de su alma y su divinidad.
Por eso Santo Tomás afirma: «Al no haber dejado nunca la divinidad del cuerpo que asumió, dondequiera que esté el cuerpo de Cristo, también debe haber su divinidad. Así, en este sacramento, la divinidad de Cristo está necesariamente presente en conjunción con su cuerpo»(Suma teológica, III, III, 76, 1, ad 1).
Y entonces: «De lo que ya hemos dicho deriva como una tesis muy segura de que bajo cada una de las dos especies sacramentales hay todo Cristo, pero de maneras diferentes.
De hecho, bajo la especie de pan el cuerpo de Cristo está presente en virtud de la Santa Cena, la sangre en cambio, por concomitancia natural, como se ha dicho anteriormente, sobre el alma y la divinidad.
Por el contrario, bajo las especies de vino está la sangre de Cristo en virtud de la Santa Cena, y el cuerpo de Cristo por la concomitancia natural, como el alma y la divinidad; esto se debe a que la sangre de Cristo no está actualmente separada de su cuerpo, como lo fue en el tiempo de su pasión y muerte»(Ib.,III, 76, 2).

3. La razón por la que a Lucía se le dio la Eucaristía bajo las especies de pan es comprensible porque Lucía ya había recibido el Sacramento de la Primera Comunión.
En cambio, entregó la Eucaristía bajo las especies de vino a Francisco y Jacinta para que no se pudiera pensar que fuese sus primeras Comuniones, como se entiende comúnmente por esta expresión. Y para que pudieran hacerlo en tiempos posteriores con la preparación del Catecismo.

4. Sin embargo, aprovecho esta oportunidad para explicar cuáles fueron los frutos de esa Comunión producida en Jacinta y Francisco.
Después de recibir la primera Comunión directamente del ángel, Jacinta sintió el deseo de sufrir por la conversión de los pecadores y para el Papa. Tenía sólo siete años cuando comenzó a probar un auténtico transporte hasta el centro de nuestra redención, hasta el punto de someterse a sacrificios ante los cuales nosotros adultos nos sentiríamos humillados.
Después de esa primera comunión misteriosa, nació en el alma de Francisco un increíble transporte hacía Jesús, un deseo imperceptible de estar con Él.
Francisco se hallaba horas y horas en la Iglesia disfrutando de la presencia de «Jesús Oculto», como lo llamaba el.

Con la esperanza de que la Santa Comunión produzca efectos similares en nosotros, te recuerdo al Señor y te bendigo.
Padre Angelo


Traducido por Susanna F.