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Querido padre Angelo,

Hace unos años le escribí una pregunta sobre la pureza y habiendo recibido ayuda fraterna y una excelente respuesta pensé en escribirle in primis para agradecer y luego para hacerle otra pregunta. Desde que vengo abordando este tema de la pureza es fundamental para mí rezar para resistir las tentaciones y no volver a caer, aunque con mucho pesar me sucede y aunque al final consiga recuperarme de la caída.

Actualmente tengo una duda: para rezar BIEN, ¿qué, cómo, dónde y cuándo tengo que rezar?”. 

Aparentemente puede parecer una pregunta estúpida y sin sentido, pero creo que no es obvia. Por “qué” me refiero a qué oración hacer, por “cómo” me refiero a cómo entrar en un clima adecuado de oración para que dé frutos. Luego el “dónde”, abro y cierro un pequeño paréntesis, vengo de una familia no practicante que desprecia la Iglesia y la fe y por eso siempre me es difícil encontrar un lugar en la casa para rezar, por eso le hago esta pregunta. Por último, el “cuándo” rezar, porque me resulta muy difícil encontrar un espacio en el día para dedicarme a la oración como estudiante de secundaria. Espero que la información dada para responder a la pregunta sea lo más clara y precisa posible.

Gracias de antemano por su respuesta.


Muy caro,

1. Quizás la respuesta que te doy pueda parecerte obvia, porque es algo normal, al alcance de la mano.

Pero en algo tan importante para nuestra vida como la oración, el Cielo no nos pide cosas imposibles o difíciles.

Si la oración es el aliento del alma, como dice San Benito, así como el aliento está al alcance de nosotros, también lo es la oración.

2. El Señor nos enseñó a orar y dijo: “Ustedes oren de esta manera: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre,» (Mt 6, 9).

El Señor que nunca abandona la Iglesia.

Se queda con ella hasta el fin del mundo y continúa enseñándole a orar.

Durante los últimos dos siglos en revelaciones privadas pero aprobadas por la Iglesia, como en Lourdes y Fátima, ha pedido rezar con el Santo Rosario.

El Rosario no hace más que hacer presente la vida de Jesús con la que entramos en comunión.

Es una oración que le permite a Jesús conformar nuestra vida con la suya.

Y lo hace por mediación de María.

Así como la usó para acercarse a los hombres, así con el Santo Rosario se sirve de María para traernos a sí mismo y a su Espíritu Santo.

3. Con el Rosario rezas BIEN, porque no es una oración fugaz (que de por sí ya tiene un gran valor) sino que nos permite estar con el Señor una parte determinada de nuestro día.

El Rosario requiere un tiempo, que es precioso para que el Señor ponga su corazón junto al nuestro y para que nosotros hagamos lo mismo con Él.

Si lo vivimos bien, es un momento en el que Jesús viene a iluminarnos, a obrar en nosotros, a derramar gracias, a transformar y santificar nuestra vida.

Para alguien como tú, que probablemente no tenga la oportunidad de ir a misa todos los días, el Rosario se convierte en uno de los momentos más codiciados y provechosos del día, porque es como ir a conseguir gracias.

4. Con estas palabras ya he respondido a la primera de tus preguntas: qué hacer para orar bien.

Paso ahora a la segunda: cómo rezar bien.

Esto también lo he mencionado muchas veces.

En primer lugar, mientras con nuestros labios pronunciamos el Padrenuestro y las Avemarías, con la mente y el corazón reconstruimos la escena mencionada en el misterio con la convicción de que el Señor en ese momento no solo quiere recordarlo, sino que quiere revivirlo con nosotros y para nosotros.

De esta manera el evangelio entra en nuestra vida.

La segunda cosa que hacer es agradecer al Señor por el evento que ha tenido lugar y que ahora repite a nuestro favor.

La tercera consiste en rogar a Dios Padre que nos conceda tal o cual gracia en virtud de los méritos de Cristo, en particular los relacionados con el acontecimiento que Cristo vino a repetir en nuestra vida con esa decena del Santo Rosario.

Pronto descubrirás que esta oración es maravillosa y extraordinariamente poderosa.

5. Ahora llegamos a donde.

Me dices que en tu casa es difícil rezar porque vives en una familia no practicante y que desprecian a la Iglesia.

Instintivamente diría: reza en tu habitación.

Pero en caso de que no tengas una habitación, tendrás al menos una mesa para estudiar y escribir.

Bueno, este puede convertirse en el lugar de tu oración hecha justo en medio del estudio.

Mientras se estudia, es fácil sentir la inspiración para orar.

Esta oración se convierte incluso en un intervalo que te permite hacer una pausa, descansar y recuperar energías.

Entre los lugares para rezar también puede haber la Iglesia o un oratorio.

Siempre fortaleza ir a la iglesia durante el día y rezar en silencio mientras se reza su propio Rosario.

Pero el lugar también puede ser la carretera, el tren o el autobús que cojamos, sobre todo si optamos por estar en silencio y concentrados.

6. Finalmente, el cuándo.

Es cierto que eres estudiante, pero puedes rezar temprano en la mañana, apenas te levantes de la cama, anticipando diez minutos o un cuarto de hora a tu despertador.

O puedes rezar por la noche antes de acostarte.

O por la tarde entre un estudio y otro.

Sin embargo, es importante determinar el momento, porque si lo dejas al azar, puedes correr el riesgo de posponerlo todo el tiempo y por fin perderlo.

Gracias por tu pregunta.

Y para que puedas determinar a orar bien circunscribiendo la oración que hacer, el cómo hacerla, el dónde y cuándo te aseguro mi recuerdo al Señor (lo hago de inmediato) y te bendigo.

Padre Angelo