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Querido Padre Angelo,
necesitaría algunas aclaraciones acerca del encadenamiento de Satanás por mil años, así como de la parusía intermedia y de la parusía de Cristo: ¿qué relación existe entre ellos?
Gracias.
Le saludo.
Muy querido,
1-para comentar la expresión del Apocalipsis a la que te refieres es preciso leer por completo ese pasaje:
“Luego vi que un Ángel descendía del cielo, llevando en su mano la llave del Abismo y una enorme cadena.
Él capturó al Dragón, la antigua Serpiente –que es el Diablo o Satanás– y lo encadenó por mil años.
Después lo arrojó al Abismo, lo cerró con llave y lo selló, para que el Dragón no pudiera seducir a los pueblos paganos hasta que se cumplieran los mil años. Transcurridos esos mil años, será soltado por un breve tiempo.” (Ap 20,1-3).
2-Ya que Satanás es un ángel caído, y por lo tanto un espíritu, la expresión “atado” indica que su poder de acción tiene un alcance limitado.
Mil años es un número simbólico e indica el espacio temporal que existe entre la primera y la segunda venida de Cristo.
Esta es la interpretación común de los santos Padres, como por ejemplo San Agustín en la de Civitate Dei, libro XX, cap.7.
Jesús con su encarnación y muerte encadenó al hombre fuerte, es decir el diablo, que se menciona en Mt 12, 29.
Es más lo ha echado afuera, según se puede leer en Jn 12,31.
Es decir el poder de Satanás que va entre la primera y segunda venida está mucho más restringido respecto al que gozaba precedentemente.
3-San Agustín dice que las naciones que no serán seducidas son la Iglesia diseminada en muchos pueblos. Así, durante este período la Iglesia será protegida.
El diablo conservará aun el poder de tentar a los hombres, como afirma san Pedro en 1Pd 5, 8: “su enemigo, el demonio, ronda como un león rugiente, buscando a quién devorar” y también san Pablo en Ef 6, 11: “Revístanse con la armadura de Dios, para que puedan resistir las insidias del demonio”.
Sin embargo ya no goza de toda la libertad que antes poseía.
4- Despuès de estos años, según disposición divina, el diablo debe ser desatado por algún tiempo.
San Agustín se pregunta si durante ese período el diablo pueda seducir a la Iglesia y responde: “No, de hecho nunca podrá ser seducida la Iglesia que ha sido predestinada y elegida antes de la creación del mundo y de la que se ha dicho: El Señor conoce a los suyos (2 Tm 2,19)” (Ib., cap. 8).
5- Por entonces, es decir hacia el fin del mundo, el diablo quedará desatado por poco tiempo y entonces saldrá con ira y desencadenará una durísima guerra contra la Iglesia, tratando de arrastrar el mundo a la apostasía (2 Ts 2,3) y de propagar el reino del Anticristo.
6- ¿Nos encontramos ya en este período?
No lo sabemos.
Según la Beata Catalina Emmerich parecería que así es.
Pero se trata de una revelación privada.
Y acerca de ellas la Iglesia no vincula la fe individual.
Es más, con ocasión de la beatificación de Catalina Emmerich la Iglesia declaró que dicha proclamación se basaba en en la virtud de la beata Catalina, excluyendo totalmente el valor de sus revelaciones.
7- Acerca de la parusia intermedia, debes hacer click en estas dos palabras en el buscador de nuestro sitio y hallarás algunas respuestas.
Lo mismo vale para la parusía de Cristo.
Te recuerdo en el Señor y te bendigo.
Padre Angelo