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Hola, padre Angelo:
El paso de la Sagrada Escritura que pone que la gloria del Señor apareció a Moisés y Aarón ¿qué significa exactamente?
¿Tienen una visión en la que Dios habla y está visible solamente a ellos como, por ejemplo, con los videntes que ven a la Virgen o a Jesús?
¿Qué significa en términos literales?
Gracias de antemano.


Querido,
1. La Biblia de Jerusalén pone que la gloria del Señor es la manifestación de la presencia divina. Es un fuego distinto de la nube que lo acompaña y lo envuelve. Esa luz maravillosa, cuyo reflejo iluminará el rostro de Moisés (cfr. Ex 34,29) expresa la majestad inaccesible y temible de Dios (cfr. nota en Ex 24,16).

2. El Antiguo Testamento menciona dos tipos de manifestaciones (epifanías) de la gloria de Dios: sus grandes obras y sus apariciones.

3. Dios manifiesta su gloria antes que nada con su actuación admirable como se puede leer, por ejemplo, en Nm 14,22: «Los hombres que vieron mi gloria y los prodigios que realicé en Egipto y en el desierto…».
La obra más magnífica es el paso del Mar Rojo: «Los egipcios sabrán que soy el Señor, cuando yo me cubra de gloria a expensas del Faraón, de sus carros y de sus guerreros» (Ex 14,18).
Pero también la aparición del maná y las codornices son la manifestación de su gloria: «Por la mañana verán la gloria del Señor» (Ex 16,7).

4. En el Antiguo Testamento la gloria de Dios se manifiesta en el auxilio a su pueblo. Por lo tanto, también es sinónimo de salvación: «Ellos verán la gloria del Señor, el esplendor de nuestro Dios» (Is 35,2).

5. En segundo lugar, Dios manifiesta su gloria a través de las apariciones. En esto sentido, Moisés pide al Señor que pueda ver su gloria (cfr. Ex 33,18). Dios le contesta: «Yo haré pasar junto a ti toda mi bondad y pronunciaré delante de ti el nombre del Señor, porque yo concedo mi favor a quien quiero concederlo y me compadezco de quien quiero compadecerme. Pero tú no puedes ver mi rostro, añadió, porque ningún hombre puede verme y seguir viviendo» (Ex 33,19-20).
Según lo que entendemos al seguir leyendo, apareció como luz intensísima: «Cuando Moisés bajó de la montaña del Sinaí […] no sabía que su rostro se había vuelto radiante porque había hablado con el Señor» (Ex 34,29), tanto que «los israelitas no podían fijar sus ojos en el rostro de Moisés» (2Cor 3,7).

6. Asimismo la gloria del Señor apareció como fuego y nube: «La gloria del Señor se estableció sobre la montaña del Sinaí, que estuvo cubierta por la nube durante seis días. Al séptimo día, el Señor llamó a Moisés desde la nube.

El aspecto de la gloria del Señor era a los ojos de los israelitas como un fuego devorador sobre la cumbre de la montaña» (Ex 24,16-17).
La misma nube, símbolo de la gloria y la presencia de Dios, más adelante llenaría el templo: «Mientras los sacerdotes salían del Santo, la nube llenó la Casa del Señor, de manera que los sacerdotes no pudieron continuar sus servicios a causa de la nube, porque la gloria del Señor llenaba la Casa. Entonces Salomón dijo: “El Señor ha decidido habitar en la nube oscura”» (1Re 8,10-12).

7. Por lo tanto, como ves, no se trata se apariciones al igual que las de Jesús después de su resurrección. Menos aún de las de la Virgen de Lourdes o Fátima.

Te deseo que puedas experimentar la gloria del Señor en la vida presente (sus obras maravillosas), que puedas verla en la futura, te encomiendo en mi oración y te bendigo.

Padre Angelo