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Querido Padre Angelo,
Tengo una duda en relación a la eficacia del bautismo en los niños. Leyendo el compendio del catecismo de la iglesia católica, en el numeral 285, se dice: “¿Por qué la iglesia bautiza a los niños?” la respuesta: “La Iglesia bautiza a los niños puesto que, naciendo con el pecado original, necesitan ser liberados del poder del maligno y trasladados al reino de la libertad de los hijos de Dios.”
Después en el numeral 261 dice: “El Bautismo es necesario para la salvación de todos aquellos a quienes el Evangelio ha sido anunciado y han tenido la posibilidad de pedir este sacramento”
Lo que me resulta extraño, Padre, es que a los niños el evangelio no ha sido anunciado, lo será en el futuro a medida que vayan creciendo, mientras tanto todavía no tienen la posibilidad de pedirlo libremente.
Había leído también que el sacramento es ex opere operato pero de todas maneras tengo mis dudas.
Otra pregunta, Padre, sobre el número 269, que habla de la confirmación, donde se lee que tal sacramento es eficaz si se está en gracia, entonces, esto quiere decir que si una persona recibe la confirmación y está en pecado mortal el sacramento no es eficaz, o sea no es válido, ¿se debería repetir?
Padre, quedo a la espera de recibir una luz.
Le agradezco y me despido.
Giuseppe
Respuesta del sacerdote:
Querido Giuseppe,
1. es cierto que el evangelio no se anuncia a los niños para poder recibir el bautismo, pero ha sido anunciado a los padres con los cuales en cierto modo son una sola cosa. Los padres proveen a todas sus necesidades, los niños no las conocen, ni tienen la capacidad de manifestarlas. El llamado de los padres es proveer, proveen no para dar limosna, sino por deber y por amor.
2. El catecismo de la iglesia católica nos recuerda claramente los efectos del bautizo: “Son liberados del poder del Maligno y pasan al reino de la libertad de los hijos de Dios” ¿Te parece poco liberarlos del poder del Maligno?
Hasta que queden envueltos en el vestido resplandeciente de la gracia, que para ellos es como una cerca que los protege (cfr.Job 1,10), están mayormente expuestos a la maldad de los hombres y del demonio.
3. Entre otras cosas, con la gracia santificante recibida en el bautizo, se inscriben en los registros del cielo y se vuelven “conciudadanos de los santos y casa de Dios” (Ef. 2,19) ¿Te parece poco también esto?
Comienza enseguida para ellos una circulación de vida divina, a nuestros ojos materiales no son visibles inmediatamente los efectos de la gracia, pero sabemos que son muchos, entre ellos el hecho de estar mayormente dispuestos a acoger libremente la vida cristiana recibida como un don.
4. Es verdad que los sacramentos comunican la gracia ex opere operato, y por tanto lo es también la celebración porque el celebrante principal es Jesucristo, pero la gracia no se recibe si no se acoge libremente. En el caso de los niños, es acogida libremente a través de la voluntad de los padres, en teología se habla de voluntario interpretativo, es decir de un acto libre con el cual se interpreta la voluntad del sujeto en el caso que este último no pueda manifestarla.
5. En el caso de los adultos es diferente porque éstos tienen la capacidad de proveerse a sí mismos. y porque Jesús dijo: «Quien crea y se bautice se salvará» (Mc 16,16) el bautismo es necesario para la salvación. Justamente el catecismo de la iglesia católica dice que el bautismo es necesario para aquellos que han recibido el anuncio del evangelio y tienen la posibilidad de hacerlo. Mientras que evidentemente no obliga a aquellos que no han recibido tal anuncio, para la salvación de estos últimos Dios provee usando vías extraordinarias. Sin embargo las vías ordinarias son más fuertes y más seguras.
6. En cuanto a la confirmación: Si no se está en gracia de Dios se impide a Cristo trasmitir su vida divina (la gracia) de tal modo que se profana el sacramento y se comete un sacrilegio. Sin embargo, como la confirmación se pide libremente se recibe el carácter o sello propio de este sacramento, se recibe incluso si se está en pecado mortal, y como se recibe trasmite el sello, el sacramento es válido aunque sea infructuoso.
7. En el momento en el que uno se arrepiente y se confiesa, recupera la gracia de Dios y recupera también la gracia propia del sacramento, que consiste en un vigor especial que se da para vivir en plenitud la vida cristiana. Los teólogos dicen que en este caso el sacramento “reviviscit”, devuelve la vida.
Por tanto, la respuesta es no, no hay necesidad de volverlo a hacer. Te agradezco por estas preguntas que permiten comprender mejor algunos elementos importantes de nuestra fe.
Te deseo lo mejor y oro por ti.
Padre Angelo