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Querido Padre Angelo,

¿Podría explicarme el significado de “mistagógico” utilizando también algunos ejemplos prácticos?

Muchas gracias.

Atentamente.

Lorenzo

Respuesta del sacerdote

Estimado Lorenzo,

1. Mistagogía es una palabra griega que significa introducción a realidades ocultas.

En realidad, misterio significa realidad oculta.

El mistagogo es quien se encarga de introducir realidades ocultas.

La mistagogía era una preparación que realizaban quienes iban a ser introducidos en el culto: implicaba un comportamiento de vida y una enseñanza llevada a cabo para comprender el significado de los distintos ritos.

2. Pronto se sintió la necesidad de realizar una iniciación y, por tanto, una mistagogía para los catecúmenos, los neófitos y los que iniciaban la vida cristiana, para prepararlos al bautismo y a los diversos sacramentos, que se llamaban misterios, para que tuvieran conciencia. de lo que estaban a punto de hacer.

3. En nuestro caso las realidades ocultas que debían revelarse consistían en el significado de los diversos ritos que realizaban los fieles.

El significado estaba contenido en los acontecimientos de salvación realizados en el Antiguo Testamento, que eran un símbolo de la realidad futura.

La carta a los judíos se refiere claramente a estos acontecimientos cuando dice que los sumos sacerdotes “celebran es una imagen y una sombra de las realidades celestiales, como Dios advirtió a Moisés cuando este iba a construir la Morada, diciéndole: Tienes que hacerlo todo conforme al modelo que te fue mostrado en la montaña.” (Heb 8,5).

4. Las homilías de los Santos Padres fueron homilías mistagógicas que ilustraron lo que sucede en los sacramentos, principalmente en los del bautismo y la Eucaristía.

Grandes mistagogos fueron San Juan Crisóstomo, Teodoro de Mopsuestia, San Ambrosio, San Cirilo de Jerusalén, San Agustín, San Máximo de Turín.

5. He aquí, por ejemplo, algunos pasajes de la primera de las catequesis mistagógicas de san Cirilo de Jerusalén sobre el bautismo:

“Reflexionar sobre el bautismo

1. Ya hace tiempo que deseaba, hermanos e hijos queridísimos de la Iglesia, tratar de estos misterios espirituales y celestiales. Pero, consciente de que la fe es mayor por lo que se ve que por lo que se oye, he esperado a este momento … Por tanto, cuando se os ha de servir la mesa en que habéis de recibir dones más perfectos, podéis estar ciertos de que os instruiremos en todo esto con mayor cuidado para que conozcáis la fuerza y la eficacia que se han operado en vosotros en la vigilia del bautismo.

El paso del Mar Rojo como figura de la liberación cristiana

2. En primer lugar, entrasteis en el atrio que está antes del baptisterio y escuchasteis vueltos de pie hacia Occidente. Se os ordenó extender la mano y renunciasteis a Satanás como si estuviese presente. Debéis saber que la figura de este asunto ya está contenida en la historia antigua: cuando Faraón, durísimo y cruel tirano, oprimía al libre y generoso pueblo de los hebreos, Dios delegó en Moisés para que los sacase de la cruel servidumbre de los egipcios. Y se untaban las jambas de la puerta con la sangre del cordero para que el exterminador pasase por alto las casas marcadas por la señal. De modo totalmente milagroso, el pueblo hebreo fue así proclamado libre. Y cuando el enemigo persiguió a los liberados, uniéndose los dos brazos del mar sobre él, según lo que se cuenta en aquel relato asombroso, rápidamente se hundió su poderío en las aguas del Mar Rojo.

El diablo ha sido vencido como lo fue el Faraón

3. Pero debo pasar de lo viejo a lo nuevo, de la figura a la verdadera realidad. En aquel entonces Moisés es enviado por Dios a Egipto, mientras que ahora es Cristo enviado al mundo. Aquel, para sacar de Egipto al pueblo oprimido; Cristo, para liberar a los que están oprimidos en el mundo bajo el peso del pecado. Entonces fue la sangre del cordero la que alejó al exterminador, pero ahora lo ha sido la sangre de Jesucristo, el cordero inmaculado. Ha sido esta sangre la que ha expulsado a los demonios. Aquel tirano persiguió a aquel pueblo hasta el mar. También a ti, con la misma audacia, te perseguía sin pudor el príncipe de los demonios hasta las fuentes de la salvación. Aquel quedó sumergido en el mar, y éste desaparece en el agua saludable.

La renuncia a Satanás en el rito bautismal

4. Pero oíste que se te mandaba que extendieses la mano como hacía alguien que estuviese presente y dijeras: “Renuncio a ti, Satanás”. Y quiero explicar por qué estuvisteis vueltos hacia Occidente, pues es necesario que lo haga. La razón es que el Occidente es el lugar hacia donde se perciben las tinieblas: su poder está en las tinieblas, siendo él mismo la oscuridad. Por eso, para mantener la razón de lo que se dice en el Símbolo, mirando hacia el oeste, renunciáis al príncipe de las tinieblas y de las sombras. ¿Qué es lo que dijo cada uno de vosotros mientras estaba de pie?: «Renuncio a ti, Satanás, a ti que eres tirano maligno y muy cruel. Ya no temo -dijiste- tu fuerza: Cristo la deshace haciéndome partícipe de su sangre y de su carne para, por ellas, destruir la muerte con su muerte para que no esté sometido eternamente a esclavitud»2. «Renuncio a ti, serpiente astuta y sutilísima. Renuncio a ti que eres el traidor y que, simulando amistad, pergeñaste toda iniquidad proponiendo la caída a nuestros primeros padres. Renuncio a ti, Satanás, autor e instrumento de toda maldad».

Renuncia a las obras de Satanás

5. Después, en la segunda fórmula, se te enseña a proclamar: …”y a todas tus obras”. Se refiere a las obras de Satanás, a todo lo que es pecado y a lo que es necesario renunciar del mismo modo que, si alguien escapa del tirano, también rechaza completamente sus armas. Pues toda clase de pecado se cuenta entre las obras del diablo. Debes saber, sin embargo, que lo que dices, especialmente en la hora del temor, está consignado por escrito en los libros de Dios. Y si alguna vez admites alguna cosa contraria a ellos, serás juzgado como quien ha roto la alianza. Renuncias, por tanto, a las obras de Satanás, es decir, a todas las acciones y pensamientos que se apartan de la razón.”

6. La Iglesia, aún hoy, siente la necesidad de una nueva mistagogía para formar a los cristianos en la conciencia de su vocación y de lo que celebran en los santos misterios, es decir, en los sacramentos.

Te bendigo, te deseo todo lo mejor y te recuerdo en la oración.

Padre Angelo