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Querido Padre Angelo,
en estos días de pandemia me he dedicado mucho a la lectura y he dado con Henoc.
Esta lectura me ha desconcertado y a la vez fascinado.
Quisiera que pudiera decirme algo al respecto.
Un abrazo
Respuesta del sacerdote
Muy querido,
1. Henoc es un patriarca antediluviano.
Mencionado en el Génesis. Se lo cita así: “Henoc tenía sesenta y cinco años cuando fue padre de Matusalén. Henoc siguió los caminos de Dios. Después que nació Matusalén, Henoc vivió trescientos años y tuvo hijos e hijas. Henoc vivió en total trescientos sesenta y cinco años. Siguió siempre los caminos de Dios, y luego desapareció porque Dios se lo llevó (Gn 5, 21-24).
2. El biblista Marco Sales comenta: “Resumen de la vida de Henoc: caminó con Dios, esto es, vivió en íntima unión con Dios practicando la piedad y la justicia.
La misma frase se repite para Noé (Gn 6, 9) y los sacerdotes (Mal 2, 6) y señalan algo más que simplemente caminar a la presencia de Dios.
365 años: su vida fue relativamente breve.
Desapareció: en lugar de morir, como se dice de los demás patriarcas.
El Señor se lo llevó: este modo de hablar indica claramente que Henoc no falleció, sino que fue llevado fuera del mundo, no sabemos donde, como más tarde ocurrirá con Elías (2 Re 2,11).
Henoc agradó a Dios por su fe, y puede ser que Dios haya cumplido con él un milagro para ayudar a los hombres a comprender que existe otra vida, en la que recibirán la recompensa por las buenas obras que hayan hecho.
En el fin del mundo Henoc volverá para predicar nuevamente la penitencia, y jugará un papel importante en la lucha contra el Anticristo (Ap 11, 4).
Henoc anunció a sus contemporáneos el juicio final, pero el libro que lleva su nombre es apócrifo”.
3. El libro del Eclesiástico ofrece también alguna explicación acerca de Henoc 44, 16: “Henoc agradó al Señor, y fue arrebatado, ejemplo de conversión para generaciones”.
El biblista Giuseppe Girotti, ahora beato, escribe:
“Esta pauta indicaría que la recompensa divina de Henoc (es decir el haber sido arrebatado) debe incentivar la piedad en las generaciones futuras.
La Vulgata a las palabras fue arrebatado añade: al paraíso. Evidentemente no se puede aquí entender el cielo, porque sólo Jesús era el primero que debía abrirlo con su ascensión.
Tal vez quiere decir que Henoc fue llevado vivo al limbo.
La opinión más acreditada sobre esto parece ser la de San Crisóstomo, San Agustín, San Gregorio, quienes con candor confiesan que no se sabe dónde están Henoc y Elías.
La segunda parte del versículo: ejemplo de conversión para generaciones fue interpretada a menudo como un regreso de Henoc al final de los tiempos porque junto a Elías predicará la penitencia a los gentiles”.
4. El mismo biblista, comentando Sab 4, 10-11: “Porque se hizo agradable a Dios, el justo fue amado por él, y como vivía entre los pecadores, fue trasladado de este mundo. Fue arrebatado para que la maldad no pervirtiera su inteligencia ni el engaño sedujera su alma”, dice: “Se hace alusión aquí al patriarca Henoc, cuyo fin prematuro fue una gracia de predilección por parte de Dios.
Este personaje no está expresamente mencionado, pero seguramente se trata de él, como se puede demostrar por el modo de expresarse”.
4. Por fin se vuelve a mencionar a Henoc en la carta a los Hebreos 11, 5: “Por la fe, Henoc fue llevado al cielo sin pasar por la muerte. Nadie pudo encontrarlo porque Dios se lo llevó, y de él atestigua la Escritura que antes de ser llevado fue agradable a Dios”.
El comentario de Marco Sales es: “Gracias a su fe de forma sobrenatural fue quitado del mundo sin que pasara por la muerte. Este hecho fue narrado en Gen 5, 22-24 y Eclesiástico 44, 16.
Dios lo llevó: no sabemos dónde, pero lo cierto es que él vendrá nuevamente al final del mundo. Antes de relatar la traslación, la Escritura atestigua que él fue agradable a Dios, o sea permaneció unido y obedeció a Dios.
Con el deseo, que tú como Henoc, puedas ser ejemplo de conversión para todos y puedas agradar a Dios, te bendigo y te recuerdo en la oración.
Padre Angelo