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Querido Padre Angelo,

Al leer el Evangelio de Mateo me he dado cuenta de una contradicción rara. Jesús de hecho declara haber sido enviado solo para las ovejas perdidas de la casa de Israel. En otro momento afirma que el Evangelio tendrá que anunciarse en todo el mundo. ¿Es esta una contradicción real o son dos pasajes complementarios? Como se puede conciliar su aversión hacia los paganos con la salvación universal anunciada por muchas profecías del Antiguo y Nuevo testamento.?
Davide


Respuesta del sacerdote

Querido Davide,

1. Santo Tomás también notó la aparente contradicción. He aquí lo que dice el texto sacro: “A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel” (Mateo 10, 5-6; Biblia Reina-Valera 1960). Por eso al final del Evangelio de Mateo dice: “Id, y haced discípulos a todas las naciones” (Mateo 28,19). Ya en el Antiguo Testamento había dicho por boca del profeta Isaías: “Entonces se revelará la gloria del Señor y todos los hombres la verán juntamente, porque ha hablado la boca del Señor” (Isaías 40,5). ¿Entonces por qué no les dice que vayan entre los paganos?

2. He aquí la respuesta de Santo Tomás: “Hay que decir que fueron enviados a ambos, pero se tenía que observar el orden. Y antes a los Judíos. Y una razón es que lo que la justicia exige tiene prioridad sobre lo que procede de la misericordia. Ahora pertenecía a la justicia que predicaran antes a los judíos: pues eso lo tenían por la promesa que se lee en los Romanos 15,8: “Digo, pues, que Cristo Jesús vino a ser siervo de la circuncisión para mostrar la verdad de Dios, para confirmar las promesas hechas a los padres” (Biblia Reina-Valera 1960).
A las gentes en cambio estaba obligado en razón de la misericordia; como de hecho se lee en Romanos 11,17, los gentiles son acebuches recibidos por el olivo, es decir de la fe de los antiguos padres; por eso se dice: “Tú, siendo olivo silvestre, fuiste injertado entre ellas, y llegaste a ser copartícipe de la raíz, de la rica savia del olivo”. Por lo tanto antes se tenía que alimentar el olivo, para que recibiera algo de eso, y luego introducir el acebuche. Así, aunque quisiera introducir a los fieles en la fe de los padres, quiso primero que la fe se practicara a los judíos”. (Traducido por el traductor).

3. Sigue Santo Tomás: “Una segunda razón fue que el Señor infunde en todos, aquello a lo que están dispuestos; ahora, muchos entre los judíos ya estaban dispuestos a la fe. Y como el fuego reacciona ante todo con las cosas cercanas, así el Señor en conformidad con la caridad quiere actuar ante todo sobre los que estaban cercanos. Por eso se lee en Isaías 57,19: “¡Paz al que está lejos, paz al que está cerca!”. Igualmente si hubiera ido antes a los gentiles, los judíos que tenían mucho odio hacia los gentiles, se habrían indignado; de ahí que leemos en Hechos 13,46: “Era necesario que se os hablase primero la palabra de Dios; mas puesto que la desecháis, y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles” (traducido por el traductor). 

4. Jesús dirá una segunda vez: “No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel” (Mateo 15,24) cuando, encontrándose fuera de Israel, una mujer cananea le pidió liberar a su hija fuertemente torturada por un demonio. De nuevo Santo Tomás opone las palabras del profeta Isaías: «yo te destino a ser la luz de las naciones, para que llegue mi salvación hasta los confines de la tierra» (Isaías 49,6). 

Y eso es lo que contesta: “Hay que decir que fue enviado a todo el mundo para reunir a todos en una sola casa, pero fue enviado antes a los judíos para transferir los judíos a las gentes”. Eso significa para transmitir la promesa hecha a los judíos a las gentes. Como ves, con la transmisión de la promesa de los judíos a los paganos, Jesús no manifestó ningún contrariedad hacia estos últimos. ¡Todo lo contrario!

Te deseo lo mejor, te bendigo y te recuerdo en mi oración.

Padre Angelo