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Querido padre Angelo, 
soy Luciano.
Días atrás un anciano sacerdote y fraile afirmó que en la Misa no se se repite la pasión de Jesucristo, puesto que Su sacrificio ocurrió de una vez por todas, por lo que no debe repetirse de la manera que lo hacían los sacerdotes cada año en Jerusalén, cuando inmolaban animales y rociaban con esa sangre al pueblo para que fueran borrados sus pecados.
Dice el sacerdote que en la Misa, Jesús (representado por el celebrante), invoca al Espíritu Santo  en la consagración del vino y del pan, para que ocurra la transubstanciación.
Tal vez no entendí correctamente, puesto que en otras ocasiones escuché que los sacerdotes decían que en cada Misa se renueva la Pasión de Nuestro Señor, puesto que la Misa no es memoria, sino memorial. Le pido si puede explicarme la diferencia entre estos dos términos a la luz de lo que dijo ese anciano sacerdote.
También quisiera pedirle si tendría la amabilidad de explicarme:
-la diferencia entre sacramento y sacramental;
-si después de la Misa, en el Tabernáculo está presente Jesús en Cuerpo y Sangre o solamente las especies eucarísticas inertes.
Gracias y que tenga un feliz domingo
Luciano



Respuesta del sacerdote

Querido Luciano,
1. dijo lo correcto el sacerdote y fraile que en la Misa no se renueva la pasión porque Jesús la cumplió de una vez por todas.
Lo afirma San Pedro: “Cristo murió una vez por nuestros pecados –siendo justo, padeció por la injusticia– para llevarnos a Dios. Entregado a la muerte en su carne, fue vivificado en el Espíritu” (1 Ped 3,18). La misma carta a los Hebreos lo afirma en reiteradas ocasiones: “entró de una vez por todas en el Santuario, no por la sangre de chivos y terneros, sino por su propia sangre, obteniéndonos así una redención eterna” (Hebr 9, 12);
“Y no entró para ofrecerse a sí mismo muchas veces, como lo hace el Sumo Sacerdote que penetra cada año en el Santuario con una sangre que no es la suya” (Hebr 9, 25);
“Y en virtud de esta voluntad quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha de una vez para siempre” (Hebr 10, 10).
Esto es así porque Jesús “mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios” (Hebr 10,10). El adjetivo eterno es importante, pues recuerda el motivo por el cual el sacrificio de Jesús tiene un valor infinito: quien lo ha cumplido tiene un espíritu eterno porque es Dios.

2. Santo Tomás dice que en la Eucaristía el sacrificio de Jesús se hace presente. El verbo que utiliza es: repraesentat, “hace presente”.
“A este sacramento se le denomina sacrificio por representar la pasión de Cristo” (hoc sacramentum dicitur sacrificium, inquantum repraesentat ipsam passionem Christi); que en este caso la versión en español no capta en su sentido profundo: es decir, el hecho de que se hace presente.
Y se hace presente  para que se puedan aplicar sus frutos en las personas que allí están obedeciendo a través de los signos a lo que dijo Jesús: “Hagan esto en memoria mía”.

3. Al decir que se renueva, pareciera que el sacrificio de Cristo debiera cumplirse otra vez, como si fuera necesario reiterarlo.
Acerca de la diferencia entre memoria y memorial lee la respuesta que a su tiempo fue dada, haciendo click en el buscador de nuestro sitio con las palabras: La eucaristía no es sólo memoria, sino memorial.

4. El verbo renovar lo hallamos en el Catecismo de San Pío X. En la pregunta 608: ¿Qué es la consagración? La consagración es la renovación por medio del sacerdote, del milagro que hizo Jesucristo en la última cena de mudar el pan y el vino en su cuerpo y Sangre adorables, diciendo: éste es mi Cuerpo; ésta es mi Sangre.

5. El Catecismo de la Iglesia Católica de forma más exacta dice: «Nuestro Salvador, en la última Cena, la noche en que fue entregado, instituyó el Sacrificio Eucarístico de su cuerpo y su sangre para perpetuar por los siglos, hasta su vuelta, el sacrificio de la cruz» (CIC 1323). En el texto en latín que es el oficial, no figura “perpetuar”, sino “reddit actuale”. En español “actualiza el único sacrificio de Cristo Salvador” (CIC 1330).

6. Preguntas acerca de la diferencia que hay entre sacramentos y sacramentales.
“Los sacramentos son signos eficaces de la gracia, instituidos por Cristo y confiados a la Iglesia por los cuales nos es dispensada la vida divina(CIC 1131).
Son siete y son inmutables en cuanto al número y a la sustancia porque son de institución divina.
Los sacramentales en cambio son: “La Santa Madre Iglesia instituyó, además, los sacramentales, signos sagrados con los que, imitando de alguna manera a los sacramentos, se expresan efectos, sobre todo espirituales, obtenidos por la intercesión de la Iglesia. Por ellos, los hombres se disponen a recibir el efecto principal de los sacramentos y se santifican las diversas circunstancias de la vida» (CIC 1667).

7. Concretamente los sacramentales son todos aquellos ritos y ceremonias que se llevan a cabo durante la celebración de los sacramentos, por ejemplo en el Bautismo: la señal de la cruz, la vela bendita, el alba bautismal, las diferentes unciones, el exorcismo… en la Eucaristía la ofrenda del pan y del vino, el lavado de las manos, la incensación, la aspersión con agua bendita…

8. Son sacramentales también los objetos bendecidos, el agua bendita , las bendiciones que se dan en la Iglesia ya sea a las personas o a los objetos.

9. Además mientras los sacramentos logran su eficacia de forma absoluta y cierta, si no se obstaculiza, porque el principal celebrante es Cristo (en términos teológicos se dice que consiguen su efecto ex opere operato), los sacramentales en cambio consiguen su eficacia ex opere operantis, es decir por obra del obrante, es decir la Iglesia.Y por lo tanto depende de la oración de la Iglesia, del fervor y la santidad de quien los administra y de quien los recibe.

10. Te preguntas si en el Sagrario está Jesús con su Cuerpo y Sangre o solamente las especies eucarísticas inertes.
Esto dice el Catecismo de la Iglesia Católica: “La presencia eucarística de Cristo comienza en el momento de la consagración y dura todo el tiempo que subsistan las especies eucarísticas. Cristo está todo entero presente en cada una de las especies y todo entero en cada una de sus partes” (ClC 1377).
Por esto “La Iglesia católica ha dado y continúa dando este culto de adoración que se debe al sacramento de la Eucaristía no solamente durante la misa, sino también fuera de su celebración: conservando con el mayor cuidado las hostias consagradas, presentándolas a los fieles para que las veneren con solemnidad, llevándolas en procesión en medio de la alegría del pueblo”(CIC 1378).
En otras palabras quiere decir que Jesucristo presente en el tabernáculo bajo las especies eucarísticas sigue su obra de intercesión y santificación de las almas. Su presencia no es inerte.
Con el deseo de que puedas gozar de esta obra del Señor durante la adoración de Jesús sacramentado, te bendigo y recuerdo en la oración.
Padre Angelo