Questo articolo è disponibile anche in:
Italiano
Inglés
Español
Saludos querido Padre Ángelo,
me llamo Vincenzo. Quisiera una clarificación en el área de la Teología Espiritual.
¿Cuál es la diferencia entre Teología Moral y Teología Espiritual?
¿Qué es la Vida Espiritual y en qué consiste?
¿Incluye actos de caridad hacia el prójimo o sólo se refiere a la oración?
¿Qué diferencia hay entre ascesis y mística?
¿En qué consiste el ascetismo?
Gracias de antemano.
Que el Señor le recompense por su servicio y esté siempre en su corazón.
Que tenga un buen día
Respuesta del sacerdote
Querido Vincenzo,
1. en primer lugar hay que considerar que la teología es una ciencia unitaria y tiene a Dios como objeto. Dentro de ella distinguimos diferentes campos.
Cuando estudiamos a Dios en sí mismo y en su economía salvífica entonces hablamos de teología dogmática, hoy llamada también teología sistemática.
Cuando investigamos a Dios legislador, guía y fin de la vida humana, hacemos teología moral.
También hablamos de teología espiritual. Con esta expresión nos referimos a aquella sección de la teología que estudia la brotación y el desarrollo de la vida cristiana, su combate y perfección.
2. Hasta hace algunas décadas, esta disciplina era llamada también ascética y mística, o incluso teología de la perfección cristiana.
Al principio, cuando comenzó a elaborarse separadamente de la teología moral, recibió el nombre de doctrina mística.
El proceso ocurrió en el siglo XVI. Anteriormente formaba una sola disciplina con la teología moral.
A partir de esa misma época, la moral se separó de la dogmática y comenzó a elaborarse sobre todo como casuística y como «moral de mínimos más allá de la cual no estaba permitido ir».
De esta forma, la teología moral perdió su impulso y dinamismo.
Se sintió entonces la necesidad de recuperar con un nuevo tratamiento todo lo que se refería al progreso de la vida de la gracia.
Los escritos espirituales, principalmente de santa Teresa de Ávila y san Juan de la Cruz, contribuyeron a sentar las bases de esta nueva disciplina que constituye una parte muy importante de la teología, junto a la dogmática, la moral y la teología litúrgica y pastoral.
3. La teología espiritual tiene por objeto la vida espiritual del cristiano y, por tanto, lo que el espíritu de Jesús obra en nosotros.
Puede ser definida como el estudio de la aplicación de la vida de Cristo al hombre.
Mientras que la dogmática y la moral tienen un aspecto esencialmente teórico, la teología espiritual tiene un aspecto exquisitamente práctico.
4. Con espiritual se entiende el sentido que San Pablo daba a esta palabra, cuando hablaba de un hombre espiritual (pneumatikós), de aquel que se deja guiar por el Espíritu de Dios.
Mientras que el alma (psique) es el principio vital que vivifica el cuerpo humano, el Espíritu (pneuma) es el principio divino que hace al hombre partícipe de la vida del Hijo y lo convierte en una nueva criatura.
El adjetivo espiritual para San Pablo es el término técnico de la existencia cristiana guiada por el Espíritu.
5. Los actos de caridad, más que pertenecer a la teología espiritual, pertenecen a la teología moral especial cuyo estudio principal son las tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad.
Estas virtudes constituyen el dinamismo de la vida cristiana.
6. La teología espiritual tiene por objeto el desarrollo de la vida cristiana que pasa por etapas de purificación y conduce a la unión transformante con Cristo, siendo uno con Él.
Además, la teología espiritual se ocupa de los diversos carismas y fenómenos místicos otorgados a la Iglesia.
Se trata de dones extraordinarios que pueden ser de orden cognoscitivo (visiones, locuciones, revelaciones), de orden afectivo (éxtasis y fuegos de amor) y de orden corporal (estigmas, inanición, levitación, desgarro de sangre, bilocación…).
Como se ve, la teología espiritual tiene una temática muy amplia e interesante.
7. Ascetismo deriva del griego àskesis y significa ejercicio, esfuerzo.
Tiene por objeto el combate espiritual, las purificaciones.
San Juan de la Cruz lo describe como la noche oscura de los sentidos y del espíritu.
8. La mística deriva del adjetivo griego mysticòs y se refiere al concepto de misterio (mysterion) que significa realidad oculta.
Sin duda, la vida cristiana es una vida oculta con la de Cristo en Dios (Col 3,3) y entabla un combate que permanece en gran parte oculto: «Así, yo corro, pero no sin saber adonde; peleo, no como el que da golpes en el aire. Al contrario, castigo mi cuerpo y lo tengo sometido, no sea que, después de haber predicado a los demás, yo mismo quede descalificado.» (1 Cor 9,26-27).
Pero su objeto propio es el que mantiene unido a Dios por medio de la gracia, especialmente a través de la contemplación y la experiencia de la comunión de vida con Cristo.
Después de este repaso, sólo me queda desearte que pase de las palabras a los hechos, te bendigo y te recuerdo en la oración.
Padre Ángelo