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Querido Padre Angelo,
mientras le agradezco por su continuo trabajo de aclaración, comparto una pequeña duda que querría intentar resolver con su ayuda.
Santo Tomás nos dice que el alma es forma sustancial pero también subsistente. Pero cuando habla de la forma misma, aún no identificada en la materia asignada, ¿se puede pensar en una esencia común presente en la Palabra?
Sin embargo, también es cierto, como especifica en la Summa Teológica, que el alma intelectual individual es creada directamente por Dios para que informe al niño que está por nacer, reemplazando la forma sensible y asumiendo dentro de sí las funciones vegetativa y sensible.
Así que el problema es el siguiente: ¿es la forma intelectual en sí misma una esencia común o incluso universal en la mente de Dios y luego se identifica en la materia asignada, o ya está creada en su individualidad en relación al feto, ya actualizada en la forma sensible?
Le agradezco de antemano por su respuesta, compromisos permitiendo, mientras tanto lo recuerdo siempre con afecto y estima en mis oraciones.
Gracias por su atención,
Jorge
Respuesta del sacerdote
Querido Jorge,
1. El alma humana es una forma subsistente porque siendo de naturaleza espiritual sobrevive al cuerpo.
Sin embargo, no es subsistente en el sentido de “pre-existente”.
Sin embargo, al sobrevivir al cuerpo se encuentra incompleta y en un estado de imperfección.
2. Precisamente por este estado de imperfección los teólogos concluyen que la resurrección de los cadáveres prometida por Jesucristo y su reunión con el alma no es una cosa antinatural.
El alma separada del cuerpo espera el reencuentro consigo misma, porque su función no es existir para sí misma sino vivificar un cuerpo.
Por eso es razonable creer en la resurrección de la carne, como decimos en el Credo Apostólico.
3. Para demostrar que el alma no puede pre-existir al cuerpo, Santo Tomás hace este razonamiento: Dios creó a todo ser en el perfecto estado de su naturaleza.
Pero el alma cuando se separa del cuerpo está incompleta y en una condición de imperfección.
Ahora bien, como Dios no crea nada imperfecto, el alma es creada simultáneamente con la generación del cuerpo.
4. ¿En qué sentido puede decirse que el alma es anterior al cuerpo?
Exclusivamente en el sentido de que antes de su creación se encuentra en la mente de Dios, pero se encuentra como idea, como ciertamente lo es también el cuerpo.
De hecho, todo es conocido de antemano por Dios.
Pero de esto no se puede concluir que las almas existan en sí mismas.
Sólo puede decirse que existen in mente Dei, del mismo modo que ocurre con los cuerpos y todas las realidades que aún no existen.
5. Ahora llegamos al problema que más te interesa: si el alma tiene su singularidad o individualidad desde el momento en que es infundida en el cuerpo, o si antes de este momento son todas iguales, como erróneamente pensaba Orígenes.
Pero ésto no es posible porque habría que decir que son pre-existentes al cuerpo y que habrían sido creados en un estado de imperfección.
Y esto es contrario a la divina revelación, porque Deus bene omnia fecit (cf. Eclesiastés 3,11), como hemos visto.
6. A lo sumo se puede decir que son iguales en su esencia del mismo modo en que los cuerpos humanos son también iguales porque pertenecen todos a la misma naturaleza humana.
Pero esta afirmación es el resultado de la abstracción de nuestra inteligencia que distingue entre esencia e individuo.
Concretamente, sin embargo, no existen las esencias solas (por ejemplo: la naturaleza humana no existe sola), sino que existen solo individuos que pertenecen a la naturaleza humana.
En consecuencia, el alma humana es creada en su singularidad para ser la forma sustancial de ese cuerpo particular.
Te felicito por la pregunta realmente sutil, digna de un filósofo profesional como tu.
Te bendigo y con mucho gusto te recuerdo en la oración,
Padre Angelo